Ibiza lo apuesta todo al turismo de lujo
Los hoteleros de la isla prevén una ocupación del 90% tras llevar al grueso de sus establecimientos a la máxima categoría y modernizar su oferta de ocio
Desde que el propietario de Pachá, Ricardo Urgell, inaugurara en 2011 el restaurante-cabaret El Lío, y la familia Matutes, dueña de Palladium Hotel Group y de gran parte de la isla, abriera el hotel discoteca Ushuaïa, Ibiza ha pasado de puntillas por la crisis turística y se ha convertido en uno de los destinos españoles con mayor tirón. La tierra balear es, de hecho, una de las capitales mundiales de la música electrónica y de la fiesta. Una joven taxista es tajante: “Si no hubiera fiesta, aquí no vendría nadie”, dice.
A esta isla de 140.000 habitantes llegan cada año millones de visitantes. Entre enero y junio ha recibido 1,1 millones de turistas, que son un 7% más que en el mismo semestre de 2013, según la consejera de Turismo de Ibiza, Carmen Ferrer.
“Ibiza es la única isla balear que ha apostado por una sola industria: la del turismo, que supone la práctica totalidad de su economía. Desde que en 2007 los empresarios empezaron a invertir en la renovación de sus establecimientos hoteleros, en la apertura de clubes de playa y locales de ocio, creando una oferta vanguardista, ha comenzado a llegar a la isla otro tipo de cliente, de mayor poder adquisitivo. En ello también han tenido mucho que ver los esfuerzos realizados por las Administraciones en la mejora de los puertos y aeropuerto y en la atracción de cruceros”, explica Vicent Serra, presidente del Consejo Insular de Ibiza. Tanto es así que, según Ferrer, “en mayo hemos tenido récord de ocupación y en junio esperamos confirmarlo, igual que el resto del verano”.
“Hemos estado prácticamente al margen de la crisis en los últimos tres o cuatro años, pese a la menor afluencia de españoles”, afirma Manuel Sendino, gerente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF), que pronostica una ocupación para los meses de julio y agosto del 90%, después de un principio estival mejor que el de 2013, que ha ido acompañado de aumentos de precios, que es lo que importa en la hotelería.
El suelo protegido de la isla hace que se construya poco; se prefiere reformar
Ibiza cuenta con 352 hoteles, apartoteles y apartamentos turísticos. Y apenas si hay nueva construcción en este territorio protegido, donde lo habitual es que se renueven las instalaciones existentes. Es el caso del recién estrenado ME Ibiza, donde Meliá Hotels International y su socio, el famoso magnate británico Ian Livingstone, han invertido 18 millones de euros en la reforma de un antiguo hotel para transformarlo en un lujoso establecimiento de cinco estrellas y 201 habitaciones con unas deslumbrantes vistas a la bahía de Santa Eulalia. Tras cinco meses de obras, el establecimiento abrió en junio y ya ha tenido futbolistas famosos (habituales en la isla) entre sus huéspedes.
El hotel, que cuenta con spa, clases de yoga, barco propio, jet privado, Range Rovers, además de incluir en su espacio uno de los tres Nikki Beach, lujoso club de playa internacional, que hay en España, está ocupado al 75% en julio y agosto, según su director, René Hoeltschl, que prevé que este porcentaje vaya en aumento. Con unos precios que oscilan entre 360 y 2.500 euros, el hotel ME Ibiza permanece abierto entre Semana Santa y octubre.
Son las temporadas turísticas que se manejan en la isla. Y que, como explica la alcaldesa de Ibiza, Pilar Marí, “se están acortando”. “No puede ser que las macrodiscotecas marquen la temporada turística”, se queja; “todas las Administraciones queremos alargarla. Y para ello trabajamos, por ejemplo, atrayendo la fórmula 1 del mar, las regatas y el torneo de ajedrez que tendremos en septiembre”, agrega.
Nadie quiere que Ibiza se identifique solo con la noche y las discotecas, y la mala fama. “La fiesta se ha utilizado de un modo sesgado. Como si fuera la única oferta de la isla, en la que también hay turismo familiar, deportivo o gastronómico..., y es con esas opciones con las que pretendemos alargar la temporada”, dice Serra.
Nadie quiere que Ibiza se identifique solo con la noche, pero el empuje de la fiesta no deja lugar a dudas
Pero el empuje de la fiesta no deja lugar a dudas. El hotel discoteca Ushuaïa ha sido uno de los grandes éxitos de Ibiza. Tiene 170 habitaciones más 230 en la zona club, ambas pegadas a la playa y al imponente escenario que cada semana congrega a las mayores estrellas de la música electrónica mundial, su principal atractivo, “y que es el que da más dinero del conjunto”, explica Juan Cardona, director del área de hoteles de lujo de Palladium, con 14 hoteles en la isla.
Con una ocupación cercana al 85% en mayo y junio, este mes y el que viene espera colgar el cartel de completo, agrega, pese a unos precios que se mueven entre 400 y 3.500 euros; y pese a que, justo frente a Ushuaïa, la compañía de la familia Matutes haya abierto otro establecimiento, esta vez con música en vivo en vez de dj’s: el Hard Rock, un nuevo cinco estrellas para esta isla de la fiesta, donde “el dinero se hace en tres meses. La falta de vuelos nos impide desestacionalizar”, según Cardona. Y donde los rosados atardeceres invitan a quedarse.
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