IMAP se mueve con las fusiones
La consultora apuesta por las alianzas en la industria alimentaria española
Ahí fuera, en ese universo paralelo en el que habita el dinero virtual, hay 700.000 millones de euros a la espera de encontrar destino. Esa ingente cantidad es, según la consultora KPMG, el capital que acumulan los grandes fondos de inversión del planeta. Y, desde luego, una cifra de este calibre busca oportunidades para engordar. De eso se encarga IMAP. Su nombre suena menos que Rothschild, Deloitte o Goldman Sachs, pero compite desde 1973 en el mismo cuadrilátero: el de las fusiones y adquisiciones.
El sector viene de soportar años difíciles, años que algunos calificarían de “ciegos”. El volumen de transacciones cayó más del 30% entre 2012 y 2013 en el mundo. De 76.875 millones de dólares (unos 55.700 millones de euros) a 50.800 (alrededor de 36.800 millones de euros). Son datos de Thomson-Reuters. De hecho, la crisis lastró con fuerza las operaciones. Y dejó sus secuelas en IMAP. El año pasado cerró 197 intercambios por un montante total de 6.600 millones de dólares (4.786 millones de euros al cambio actual), frente a las 212 transacciones y los 8.600 millones de dólares de 2012. El valor medio de las operaciones fue de 33,5 millones de dólares, la cifra más baja de los últimos tres años.
Sin embargo, ahora, ha recuperado el optimismo. “Tras seis años de crisis, este ejercicio es el de la recuperación de las fusiones y adquisiciones”. Gilberto Escobedo, mexicano de 47 años, presidente de IMAP, lo cuenta en la conferencia anual de la compañía, que este año sucede en Barcelona, donde se encuentran las oficinas centrales (la firma tiene presencia en 36 países) de la empresa. “Llega otra época de fuerte actividad en esta industria”, augura.
Para ello confía sobre todo en las operaciones de tipo medio. “Van a ser el motor del crecimiento”, sostienen en IMAP. Casi todas las transacciones cerradas el pasado año estaban en el segmento de hasta 200 millones de dólares. Su volumen de actividad le da el quinto lugar del mundo —según el ranking de Thomson-Reuters— en la categoría. Por delante de Rothschild y por detrás de BDO.
La automoción liderará las nuevas adquisiciones tras el parón de la crisis
Lo interesante de una empresa como esta, que sigue la pista a los grandes capitales, es ver dónde nos llevan. Esos 700.000 millones de euros conducen —según los expertos de IMAP— sobre todo a China, México, Colombia y Perú. En el caso chino encaran un fenómeno nuevo. “Existe un intento del Gobierno de liberalizar la economía y sus empresas. Algo que no había ocurrido nunca”, argumenta Gilberto Escobedo. “Esto hará que las firmas chinas dejen de estar tan protegidas y tengan que afrontar una competencia global. Porque hasta la fecha ha sido muy complicado cerrar operaciones en el país”. Ahora bien, si tuvieran que escoger un sector donde invertir ese sería el de la automoción. Porque “ha sufrido mucho durante la crisis y tiene que recuperarse”.
En España “existe bastante interés” —apunta la empresa especializada en fusiones y adquisiciones— “por sectores que están muy fragmentados y que necesitan capital extranjero para unirse”. Y el candidato que mejor se refleja en esta imagen es la alimentación. “España no tiene grandes multinacionales alimentarias y eso exigirá que el liderazgo lo tomen firmas europeas”, prevé el presidente de IMAP. Otras opciones son la industria química y la distribución. Porque algunas cosas están cambiando. “Antes se decía que España era una plataforma para ir a América Latina, ahora otras naciones, como México, utilizan a España para llegar al resto de Europa”, precisa Escobedo. Y añade: “No todo son fondos distressed [también conocidos como buitre] comprando a precio de derribo. Ni mucho menos. Existen otras oportunidades”. O sea, seguiremos viendo a George Soros y Bill Gates por aquí.
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