Cobo Calleja acoge más comercios chinos que antes de la operación Emperador
Año y medio después de la operación Emperador contra las mafias chinas, cuyas secuelas provocaron que muchos empresarios asiáticos se marcharan del polígono madrileño de Cobo Calleja, la presencia de comercios chinos en la zona supera de nuevo las cifras anteriores a la macrorredada, que llegó a reducir hasta un 70 % sus ventas.
El 16 de octubre de 2012 un terremoto sacudió este polígono de Fuenlabrada con cientos de almacenes: los cierres de algunas naves amanecieron reventados por la Policía y los cristales de escaparates rotos se mezclaron con el desconcierto y el mutismo entre los trabajadores chinos.
Acababa de estallar la operación Emperador, una investigación contra el blanqueo de capitales con Cobo Calleja como epicentro y el reconocido galerista Gao Ping como supuesto cabecilla, que provocó una onda expansiva de más de cien detenidos y el registro de 120 locales en varias ciudades de España.
Dieciocho meses después, el presidente de la Asociación de Chinos en España, Mao Feng, explica a Efe que la situación ha mejorado para los empresarios chinos en Cobo Calleja, aunque la recuperación del negocio "no ha sido total".
"La Operación Emperador nos hizo muchísimo daño. En las semanas siguientes a producirse, las ventas bajaron muchísimo. Una media del 70 por ciento menos, e incluso algunos comercios no vendieron nada hasta días después", expone Mao Feng.
"Pero ya ha pasado tiempo y algunos empresarios han recuperado aproximadamente un nivel de ventas del 80 o el 90 por ciento de lo que tenían antes de la operación", detalla.
Mao Feng ha vivido esta crisis en el polígono en primera persona, ya que es dueño del centro comercial Asia, donde alquila tiendas para que empresarios chinos pongan sus negocios de venta al por mayor.
A raíz de lo ocurrido, muchos empresarios se volvieron a China después de la operación y otros se mudaron a Italia, Sudamérica o África, pero desde entonces "también han venido bastantes" y Cobo Calleja está de nuevo en expansión.
Hasta el punto -indica- de que de ahora mismo se ha "incrementado" el número de empresas chinas respecto al que había hace año y medio.
Mao Feng tiene claro cuál es el motivo de que no se reduzca la cifra de empresarios chinos: "En China hay un refrán muy conocido que dice: 'todos los soldados quieren ser general'. Pues también ocurre que todos los trabajadores quieren ser jefe".
"Por eso hay tantas tiendas de chinos en España", cuenta el presidente de la asociación, que remarca que los comercios chinos "no ganan mucho dinero", puesto que son tiendas pequeñas "solo para sacarse un sueldo".
"Pero los chinos están satisfechos porque ya es su propio negocio, ya son jefes de su negocio", argumenta convencido.
También confiesa a Efe que una de las razones para el derrumbe en las ventas tras la operación Emperador es que la "mayoría" de estos empresarios "no hablan ni entienden bien español", porque hasta él a veces tampoco comprende algunas cosas, relata sonriendo.
"La diferencia y la distancia entre la cultura española y la china es innegable. Creo que tenemos que integrarnos más en este país para que sepan que no todos somos corruptos como los detenidos en la operación Emperador. Debemos enseñar nuestra cultura e integrarnos bien para que poco a poco se pueda quitar esta imagen negativa", sentencia Mao Feng.
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