La entrada al mercado televisivo mexicano vale 63 millones de dólares

La entrada al mercado de telecomunicaciones de México costará 830 millones de pesos (63 millones de dólares). Así lo ha fijado el Instituto Federal de Telecomunicaciones mexicano (IFT) y hay ya, por lo menos, una decena de interesados.

La cifra corresponde “a la cantidad que los interesados deberán igualar o superar en su oferta económica” por cada cadena, según ha informado el IFT en un comunicado difundido esta mañana.

El adelanto (o “monto de garantía de seriedad”, según lo define la ley mexicana) para entrar a la competición por la frecuencia es de 415 millones de pesos (unos 31 millones de dólares). Si una empresa entra al proceso y decide retirarse perderá el dinero.

De acuerdo con el Gobierno mexicano, el criterio para definir a los ganadores no es solamente económico (es decir, no necesariamente el que ofrezca mayor cantidad se quedará con la frecuencia), sino que también se tomará en cuenta su capacidad tecnológica.

El criterio para decidir ganador, según el Gobierno, no será solo el dinero sino que contará la capacidad tecnológica

La nueva legislación se incluye dentro del paquete marcado por la Reforma de Telecomunicaciones aprobada en julio del año pasado en el Congreso mexicano y promovida por el presidente Enrique Peña Nieto (Partido Revolucionario Institucional, PRI). Se espera que el proceso de licitación termine en marzo de 2015.

Todos los mercados de medios electrónicos y comunicaciones en México son controlados por empresas que dominan más del 51% del mercado. Esto incluye televisión, televisión de paga y telefonía fija y móvil. Los cambios anunciados hoy se espera que abran el mercado a más competidores.

En el caso de las telecomunicaciones, el mercado mexicano (el más grande en habla hispana del mundo) es dominado por Televisa y TV Azteca, las dos mayores cadenas del país, que controlan el 98% de las frecuencias en México y el 75% de la audiencia. Televisa acapara, además, el 70% de los ingresos de publicidad. La televisión abierta concentra el 55% del mercado de anuncios.

El debate sobre las telecomunicaciones en México, cuyos cambios en la legislación se incluyen en el ambicioso paquete de reformas que Peña Nieto ha convertido en la bandera de su administración, ha levantado varias polémicas.

La apertura del mercado de las telecomunicaciones es una de las banderas reformistas de Peña Nieto

Precisamente el caso del IFT, en el que la oposición y analistas han denunciado que los cambios en las leyes que, pese a la intención general de la reforma de abrir el mercado mexicano, la “letra pequeña” daña la autonomía del organismo para proteger al mercado y la competencia.

Otros han señalado que el debate llega tarde. El periodista Carlos Puig reflexionaba en una columna publicada en marzo que la discusión sobre las telecomunicaciones en México llega cuando en otros países lo que se valora es el consumo de contenidos a través de tablets o smartphones. “Acá en México, atrapados en el siglo pasado, la discusión es quién “supervisa contenidos” —en serio, en 2014 este es el dilema mexicano; o quién va a comprar una cadena de televisión abierta; sí de esas que en el mundo están perdiendo audiencia”, apuntó. “Buena parte del grave problema de productividad y, por tanto, de crecimiento y empleo que padece el país tiene que ver con nuestro enorme rezago en conectividad e integración digital de los mexicanos”.