Las diferencias entre Damm y la banca acercan a Pescanova a la liquidación
Las entidades no quieren aceptar las condiciones que impone la cervecera en su propuesta de convenio y tantean la posibilidad de comprar algunas divisiones una vez sea liquidada
El concurso de acreedores de Pescanova empieza a tener visos de terminar en liquidación, a tenor de las tensiones entre Damm y la banca. La cervecera catalana realizó junto a un fondo luxemburgués la única propuesta de convenio para reflotar la empresa. La banca, que en principio parecía favorable al plan, considera que el sacrificio que les exigen en cuanto a quita de deuda es excesivo y critica que la propuesta de Damm no es tal y como se la plantearon en inicio. Las diferencias son tan grandes que las entidades incluso tantean la posibilidad de dejar que la empresa entre en liquidación y comprar posteriormente las unidades que consideren más rentables. Pescanova, por su parte, ha emitido un comunicado donde pide a los acreedores que cedan, porque la propuesta de Damm, que precisa ser apoyado por el 51% de los acreedores, garantiza la viabilidad.
Para el consejo de Pescanova, la de Damm es "una propuesta realista, en términos de expectativas de cumplimiento del convenio" y porque la quita de deuda es necesaria. "El Consejo no va a proponer un convenio que sobrepase de forma irresponsable el techo de deuda postconcursal que la propia empresa pueda asumir. Los números, fríos, no admiten más carga financiera", advierte la pesquera.
Hace más de un año que estalló la crisis en Pescanova, tras la revelación de manipulación contable en la compañía. La firma gallega entró en concurso de acreedores en abril de 2013, y desde entonces, aunque no ha parado su actividad, su futuro ha estado pendiente de un hilo. El pasado 28 de febrero terminó el periodo para la presentación de propuestas de convenio, con el fin de sacar a la pesquera del concurso. La propuesta de Damm y Luxempart, aceptada y apoyada por Pescanova, fue la única y parecía poner punto final al conflicto. Pero lo ha recrudecido.
El plan de Damm pasa por que la banca acepte una quita del 70% de la deuda financiera, que asciende a más de más de 3.300 millones. Las entidades pretendían recuperar, al menos, 1.000 millones, y como máximo les ofrecen cerca de 800 millones. Y además, el reparto entre las entidades del capital recuperado tampoco contenta a todas. Ante la falta de acuerdo, las entidades se plantean incluso llevar a cabo un plan B: dejar caer a la empresa, que entre en fase de liquidación, y comprar entonces las unidades que consideren más viables con el fin de recuperar parte de la deuda perdida. "Los bancos prefieren un acuerdo. Pero está siendo difícil. Y piensan que así perderán menos dinero que con una quita del 70% donde, además, ceden el control a Damm, que hasta ahora parece que solo piensa en su propio beneficio", dicen fuentes financieras.
El consejo de administración de Pescanova, sin embargo, insiste en que la propuesta de convenio de Damm es la mejor opción. "Ninguno de los acreedores de Pescanova ha ejercitado" su derecho a presentar una propuesta de convenio, critica la compañía. "Estos acreedores podrían haber presentado hasta cinco alternativas diferentes, cada una apoyada por un 20% de la masa acreedora", señala. Defiende que la propuesta de convenio, ya aceptada por el juzgado encargado del concurso de acreedores, "es realista, en términos de expectativas de cumplimiento del convenio, extremo que fue confirmado por los asesores legales y financieros de Pescanova". Defiende que "mientras los acreedores a nivel de matriz recuperan un 10% de su deuda concursada, otros acreedores que tienen garantías sobre activos no solo de la matriz sino también sobre las filiales, recuperan cifras cercanas al 35%, y en algún caso sobrepasan el 50%".
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