Los once países que quieren impulsar la tasa transacciones siguen divididos

España y los otros diez países que quieren impulsar la tasa a las transacciones financieras siguen divididos sobre el ámbito de aplicación del gravamen, aunque permanecen comprometidos con introducirla, informaron hoy fuentes diplomáticas.

El proyecto, al que se dio forma en octubre de 2012 cuando un grupo de países decidió unirse para impulsar la tasa, sigue estancado desde entonces por diferencias entre los mismos Estados miembros que quieren aplicarla y que celebraron hoy una reunión al margen del Consejo de ministros de Economía de la Unión Europea.

En la actualidad hay dos grupos, uno formado por los países pequeños que están a favor de tasar a más productos financieros, como propuso la Comisión Europea (CE), y otro compuesto por los grandes que abogan por "más prudencia" y por empezar con una gama de instrumentos más reducida, indicaron las fuentes.

España está dentro del grupo de los "más prudentes", agregaron las fuentes, al tiempo que señalaron que ante la falta de impulso al proyecto los Estados miembros quieren emitir una declaración política previa a las elecciones europeas de mayo comprometiéndose con el mismo.

El grupo de países que trabaja en aplicar una tasa a las transacciones financieras comprende España, Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Eslovenia, Portugal, Grecia, Eslovaquia, Italia y Estonia.

La CE plantea gravar con un 0,1 % las transacciones con acciones y bonos, participaciones de fondos de inversión colectiva, acuerdos de recompra y de préstamo de valores y los instrumentos del mercado monetario, y con un 0,01 % las operaciones con derivados.

El ministro francés de Economía, Pierre Moscovici, afirmó a su llegada al Ecofin que desea una tasa ambiciosa pero dentro de lo realizable y con una base imponible amplia.

"Es justamente esta base imponible que hay que discutir, para que la repartición sea útil a la economía real", sostuvo.

En su opinión, los once países necesitan "de aquí a las elecciones europeas una propuesta sólida y realista y que no se base en un impuesto que provoca una huida de capitales.

"Necesitamos un acuerdo antes de las elecciones europeas. Hemos trabajado con nuestros amigos alemanes y mañana hay una reunión franco-alemana, de la que, deseo que salga, una posición común sobre esta cuestión", explicó Moscovici.

Los países relevantes también quieren aclarar la cuestión de los criterios de residencia, emisión y titularidad del gravamen, es decir cómo y donde se gravará el impuesto, a fin de evitar la evasión fiscal y prevenir el riesgo de deslocalizaciones para sortear la tasa.