La Eurocámara reclama igualdad de trato y derechos laborales para los temporeros
El Parlamento Europeo (PE) reclamó hoy igualdad de trato y derechos laborales para los trabajadores temporeros de fuera de la UE, con el fin de evitar las condiciones de insalubridad y explotación en la que viven.
La directiva sobre condiciones de entrada y residencia para los trabajadores estacionales de terceros países aprobada hoy establece la obligación a empleadores de contratar legalmente a los temporeros y asegurar que tengan acceso a un alojamiento digno, pues muchos duermen al raso junto a los campos en los que recogen fruta durante largas jornadas.
La directiva pretende igualmente facilitar la tramitación de los permisos para los solicitantes que hayan sido admitidos como temporeros en un país de la UE en los 5 años anteriores.
Se contempla también en la directiva la imposición de sanciones, como el pago de compensaciones a los temporeros, contra los empresarios que no cumplan sus obligaciones (incluidas las empresas subcontratadas).
En el debate previo al voto, la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, destacó que los países seguirán decidiendo cuántos inmigrantes de esta categoría aceptan cada año y la duración máxima de la estancia de los temporeros, que podrá oscilar entre los 5 y los 9 meses.
Malmstrom afirmó que la directiva contribuye a "abrir nuevas vías para la inmigración legal", así como ha aumentar las garantías de trabajadores y seguridad jurídica de empleadores.
El ponente del texto, el eurodiputado laborista Claude Moraes subrayó que "los trabajadores temporeros hacen un trabajo esencial para la economía y han sufrido abusos por las lagunas legales que existen y que han aprovechado algunos empleadores".
"Hemos tenido que luchar mucho, como siempre en este ámbito de la inmigración que es tan sensible, y encima en tiempos de recortes presupuestarios", explicó Moraes.
También en el debate, el eurodiputado del PSOE Alejandro Cercas, otro de los responsables del texto votado en al Eurocámara, destacó el hecho de que los temporeros se equiparen a los comunitarios "en materia de afiliación sindical, salario, acceso a la seguridad social y, en definitiva, que se dignifique como seres humanos a estos trabajadores".
"Este trato contribuye además a poner freno a la xenofobia y el racismo. Dignificar a los otros nos dignifica a nosotros mismos", añadió el eurodiputado del PSOE.
Esta legislación fue impulsada por la Comisión Europea en 2010 tras protestas y revueltas sociales protagonizadas por ese tipo de trabajadores en Italia y España.
Una vez el texto final sea aprobado por el Consejo tras la luz verde del PE, los países de la Unión tendrán un periodo máximo de dos años y medio para ponerla en práctica.
El control de la correcta aplicación de la futura directiva y las sanciones en caso de incumplimiento quedará en manos de los Estados miembros, un punto sobre el que han mostrado cierta decepción las ONG.
Según datos de la CE, alrededor de 100.000 temporeros no comunitarios llegan a la UE cada año para trabajar durante unos meses.
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