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El consumo de cemento se desploma

La industria sufre su sexto año consecutivo de contracción por la crisis inmobiliaria

Una panorámica de la cementera de HOLCIM en Carboneras, Almería.
Una panorámica de la cementera de HOLCIM en Carboneras, Almería.

Lejos se han quedado aquellos días en que las cementeras hacían su agosto. El derrumbe de la vivienda ha devastado por completo al sector. En 2013, el consumo de cemento descendió un 19,2%, con 10,9 millones de toneladas vendidas en el mercado. De esta manera la industria acumula seis años de bajas consecutivas.

De acuerdo con la Agrupación de fabricantes de cemento en España (Oficemen), el consumo per cápita de en 2013 (235 kilogramos) es inferior al de 1962 (241 kilogramos). Para este año, las expectativas no son nada halagüeñas. Se espera un descenso de hasta un 8%. “Sólo se atisban inicios de cambio de signo para 2015”, ha asegurado el organismo en una nota de prensa. Por sectores, el consumo de cemento a nivel nacional destinado a vivienda ha sido de un 19%, a edificación no residencial un 24% y a obra civil un 57%.

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Fue en 2007, antes de la crisis económica, cuando la industria tocó un récord con casi 60 millones de toneladas en el mercado. En 2008, con la recesión encima, el consumo tuvo un descalabró de un 24%. Ahora, explica Oficemen, las exportaciones serán la clave para que el sector pueda compensar la demanda interna.

De igual manera, la producción de cemento tuvo una baja de un 15% al cierre del año pasado, pues solo se produjeron 13,1 millones de toneladas.Durante el pasado ejercicio, distintas compañías del sector implementaron planes de ajuste para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado que conllevaron la paralización de fábricas y despidos.

La patronal y los sindicatos, "con el fin de contribuir a la estabilidad" de esta industria, que emplea a unos 4.354 trabajadores, firmaron recientemente un acuerdo estatal de referencia para el sector que congela en 18.600 euros el salario mínimo de sus trabajadores para todo el periodo de vigencia del pacto (2013-2015) y eleva en ocho horas la jornada anual desde el primer año.

Tras el declibe, los integrantes de la industria demandan a la administración pública que recupere la inversión. “También esperamos una recuperación de la vivienda que ha caído a niveles extremadamente bajos para un país como el nuestro”, ha apostillado la Oficemen.

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