Eroski plantea una quita del 30 por ciento que los afectados rechazan de plano
Eroski ha planteado a los titulares de sus aportaciones financieras subordinadas liberarles de esta deuda perpetua mediante una operación que implica una quita del 30 % de la inversión, pero los afectados ya han mostrado su rechazo frontal a esta posibilidad.
El "acuerdo de intenciones" que Eroski ha alcanzado con la banca consiste en canjear las aportaciones financieras por bonos a 12 años por un valor del 55 % de la inversión y una remuneración anual del euríbor más el 3 %, así como un pago en metálico del 15 % de lo invertido, lo que implica una quita del 30 %.
Eroski ha subrayado que se trata de una vía voluntaria, que no plantea la devolución de intereses abonados hasta la fecha y a la que puedan acogerse todos los afectados. Los que no lo hagan seguirán siendo titulares de las subordinadas "como hasta la fecha".
Esta propuesta, en la que ha mediado el Instituto Vasco de Consumo-Kontsumobide, está sujeta a que Eroski llegue a los acuerdos necesarios con sus acreedores financieros, finalice el proceso de reordenación de su deuda financiera -que podría cerrarse en los próximos nueve meses- y a que lo autorice la CNMV.
Sin embargo, Kaltetuak, la asociación de afectados por las aportaciones subordinadas financieras emitidas por Fagor y Eroski, ya ha rechazado esta vía y ha advertido a Eroski de que si no devuelve el dinero a los afectados es muy posible que tenga que cerrar y "arrastre consigo a Laboral Kutxa y a todo el Grupo Mondragón".
El presidente de esta asociación, Ricardo González de Durana, ha mostrado a Efe su disconformidad con la propuesta de Eroski aunque ha reconocido que la otra salida que queda para los 40.000 afectados es la vía judicial individual, que es "larga y costosa" y además, ha dicho, Laboral Kutxa "tiene la orden" de recurrir hasta el final y "llegar hasta el Tribunal Supremo".
Este jueves un portavoz de Kaltetuak, asociación que retomará las acciones de boicot contra Eroski y Caja Laboral, ha comparecido en el Parlamento Vasco, donde ha denunciado que, según sus cálculos, la propuesta de Eroski sólo permitirá recuperar 99 de los 660 millones invertidos por los afectados en títulos de la compañía vasca.
Esos 660 millones corresponden a dos emisiones: una de 360 en el año 2002 y una segunda de 300 millones de 2007. Ambas han perdido más de la mitad de su valor desde 2013 y 2012 respectivamente, según los datos del sistema electrónico de negociación de deuda para particulares SED.
La emisión de 2002 de 25 euros de nominal se cruzó ayer miércoles al 38 % de su valor nominal, es decir, a 9,5 euros. Por su parte, las obligaciones de la emisión de 2007 fijaron precio el pasado martes 14, al 32,40 % de su valor nominal, es decir a 8,10 euros.
A pesar de ello, Eroski ha anunciado su intención de abonar nuevos intereses por sus subordinadas el próximo día 31 y ha asegurado que desde la primera emisión en 2002 ha pagado siempre los intereses de estas aportaciones, que en el caso de las emitidas en 2002 equivalen al 63 % de su valor.
Por su parte, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ha criticado que Eroski plantee el mismo canje para dos emisiones distintas en su fecha de emisión y condiciones porque "vulnera principios básicos en el tratamiento de los ahorradores".
A su juicio, la propuesta de Eroski es un "corralito" de la mayor parte de los ahorros y no supone una solución definitiva porque los titulares de los nuevos bonos a 12 años seguirán expuestos a los riesgos derivados de la situación que atraviesa la empresa del Grupo Mondragón.
La propuesta de Eroski se ha hecho pública sólo cinco días antes de que comience en Bilbao un juicio que enfrentará a Adicae contra Eroski y el BBVA -que comercializó estas subordinadas-, a las que acusan de publicidad engañosa y reclaman la nulidad de los contratos.
El juicio en el que Adicae representará a 71 consumidores arrancará el próximo martes, día 21.
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