¿Brotes verdes en el sector naval?
Tras años de sequía en el naval, que se han llevado por delante a decenas de empresas y a miles de trabajadores, las noticias de las últimas semanas plantean varios interrogantes: ¿Hay brotes verdes en el sector? ¿Se puede hablar de la recuperación definitiva? ¿Beneficiará a todos o la alegría irá por barrios?
En menos de un mes han coincidido la entrada de Pemex en Barreras como accionista mayoritario y con una generosa cartera de pedidos en la mano y el encargo a Freire de un buque oceanográfico para Kuwait, y ya fuera de Galicia, los seis contratos cerrados por Astilleros Balenciaga, de Zumaia (Guipúzcoa), con el nuevo tax-lease.
Diferentes voces del sector naval gallego y español consultadas por Efe coinciden en que "lo peor ha pasado" y en que hay visos de una "recuperación real", pero con matices.
Quienes ven el vaso medio vacío miran a Navantia Ferrol, sin actividad constructiva tras la marcha del buque de la armada australiana "Adelaide", y tienen en cuenta que la renovación de la flota menor de Pemex, a la que aspiraban los astilleros gallegos, se hará en México.
Entre los más optimistas se encuentra el secretario general de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), Enrique Mallón, quien cree que se están dando las condiciones para hablar de una "revitalización ya consolidada" del naval, cuyos efectos se harán visibles entre mayo y julio de 2014.
Para entonces, Mallón calcula que en la ría de Vigo estarán trabajando unos 4.000 operarios, entre astilleros e industria auxiliar, con una actividad del 50% en comparación con los "años dorados" de 2006 a 2008.
Cree que los encargos de Pemex a Barreras -cinco barcos y la previsión de cerrar otros tres en el primer trimestre de 2014- y la entrada de la compañía mexicana como accionista mayoritario del astillero vigués "ponen de nuevo el foco en Galicia" y colocan a su industria naval "en la primera línea".
"Es un buen momento para iniciar la recuperación. Esto puede dar un vuelco total", vaticina el secretario general de Asime.
La consejera delegada de Pymar, la asociación española de pequeños y medianos astilleros, Almudena López, apunta que la recuperación no será homogénea por las "circunstancias y particularidades" de cada compañía, con lo que algunas "tardarán más en despegar", pero está segura de que "remontarán todas".
López abunda en que el naval está "saliendo del túnel" y en que la vuelta a la actividad "no será ágil ni exponencial. Habrá que ir quemando etapas".
Pese a sus reservas, hace hincapié en que el panorama es "mucho más alentador" que hace apenas unos meses, cuando la resolución del expediente abierto en Bruselas al anterior sistema de bonificaciones fiscales, el llamado tax-lease, amenazaba con hacer "un daño catastrófico" al sector.
El parón provocado por su suspensión durante más de dos años produjo "mucho daño" al naval -se cerraron seis astilleros y se dejaron de construir unos 50 barcos-, del que "nadie nos puede resarcir", pese a lo cual aboga por "pasar página" y mirar hacia un futuro "más alentador".
El presidente de la Asociación Clúster del Naval de Galicia (Aclunaga), Fernando Alcalde, ve "muy prematuro" hablar de la "recuperación definitiva" del sector, lo que se podría proclamar cuando haya "carga de trabajo para tres, cuatro años, y para casi todos, si no todos, los astilleros".
Prefiere analizar la situación desde una óptica de "optimismo moderado" y aguardar a que puedan cristalizar las negociaciones comerciales de estos últimos años, que en su opinión se pueden ver beneficiadas por una suerte de "efecto contagio" por la entrada de Pemex en Barreras.
"Somos optimistas porque partimos de la nada, de la inactividad en casi todos los astilleros, pero no lancemos las campanas al vuelo. Eso sería mandar un mensaje equivocado", advierte.
El responsable del sector naval privado de la Federación de Industria de CCOO, Ramón Sarmiento, sostiene que el naval ya ha superado "la peor parte" de la crisis, ya que ahora está "en la fase de empezar a salir del pozo" cuando hace apenas seis meses se hablaba de que estaba "al borde de la desaparición".
Según Sarmiento, la principal dificultad con la que deberán lidiar los astilleros será encontrar financiación para sus operaciones bajo el nuevo esquema de bonificaciones fiscales, el llamado tax-lease, aunque también cree que noticias como la de Pemex "ayudarán a desbloquear el escenario".
Peor pintan las cosas, según las opiniones sondeadas por Efe, para los astilleros públicos.
Desde Asime lamentan "la gran oportunidad perdida" de construir los cuatro metaneros de Gas Natural Fenosa, que "se debieron quedar en España", pero confían en que el quinto buque se construya en la ría ferrolana, e insisten en el proyecto de una sexta fragata para la Armada Española, y a medio-largo plazo, el dique flotante.
Fuentes de Navantia Ferrol consultadas por Efe puntualizan que en la construcción naval pública "los ritmos son diferentes", y a pesar de que las gradas de construcción se han quedado vacías tras la marcha del buque "Adelaide", encargo de la Armada australiana, el horizonte es "esperanzador".
Se remiten a la cartera de reparaciones, "un negocio al alza", pero sobre todo a las expectativas de cerrar contratos en breve: el hotel flotante de Pemex, dos buques multipropósito LHD para Turquía y la ingeniería y la asistencia técnica para cuatro unidades más para India. Jorge Morales
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