Brasil y China estudian anticipar lanzamiento de su quinto satélite
Brasil y China estudian anticipar el lanzamiento del quinto de los satélites desarrollados en conjunto para sustituir el aparato que intentaron poner en órbita el pasado día 9 y que no alcanzó su objetivo por un problema durante la fase de lanzamiento, informaron hoy fuentes oficiales.
La posibilidad de anticipar el lanzamiento fue confirmada hoy por el estatal Instituto Nacional de Pesquisa Espacial (INPE), responsable del proyecto en Brasil, después de que el ministro brasileño de Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva, asegurara que los dos países pueden colocarlo en órbita en 2014.
"Técnicos brasileños analizan las posibilidades de anticipar el lanzamiento del CBERS-4, quinto satélite del programa desarrollado en conjunto", informó el INPE en un comunicado en el que no aclaró la fecha en que podría realizarse el nuevo intento.
"Las conversaciones comenzaron inmediatamente después del fallo con el cohete chino Larga Marcah 4B, lanzado desde la base de Taiyuan el día 9, que impidió que el CBERS-3 alcanzara la órbita programada", agrega la nota.
Mediante el Programa de Satélite Chino-Brasileño de Vigilancia Remota (CBERS), un proyecto de cooperación especial con dos décadas de historia, Brasil y China han desarrollado y lanzado hasta ahora tres satélites (CBERS-1, CBERS-2 y CBERS-2B), a los que pretendían sumar el CBERS-3 para sustituir el CBERS-2, colocado en órbita en octubre de 2003 y que dejó de funcionar en 2010.
El programa también tiene previsto el lanzamiento de otros dos satélites (CBERS-4 y CBERS-5) pero en fechas aún no definidas, que el Gobierno brasileño ahora intenta acelerar.
El ministro de Comunicaciones explicó que Brasil y China tienen condiciones de anticipar el lanzamiento del CBERS-4 debido a que todas las piezas para el CBERS-3 fueron construidas por duplicado, por lo que las réplicas pueden ser aprovechadas inmediatamente.
El INPE confirmó que algunas de las partes del nuevo satélite están en fase de montaje tanto en Brasil como en China.
El centro de estudios espaciales agregó que, antes de caer a la tierra, el CBERS-3 demostró su capacidad de operación, lo que pude agilizar un nuevo lanzamiento.
"Inmediatamente después de haber sido liberado por el cohete y aunque fuera de órbita, el satélite respondió positivamente a todos los comandos, como la apertura de los paneles solares por ejemplo, y envió informaciones a su centro de control", según el comunicado.
Ese hecho, agrega el INPE, "es señalado por los técnicos como un factor favorable para la producción más rápida del CBERS-4 porque muestra el perfecto funcionamiento de los equipos, lo que todas las pruebas realizadas antes del lanzamiento ya habían demostrado".
La estatal brasileña indicó que los técnicos de China ya están analizando las causas de la falla en el cohete lanzador para poder superarlas en el próximo intento.
El CBERS-3 estaba equipado con dos cámaras de última tecnología desarrolladas en Brasil y otras dos chinas que podían ayudarle al país a mejorar la calidad de las imágenes que utiliza en proyectos como el de vigilancia de la deforestación de la Amazonía y de combate a los incendios forestales.
El satélite también serviría para elaborar un mapa de los territorios y actividades agrícolas, así como para observar alteraciones en la vegetación y la expansión urbana.
El aparato, que supuso un costo para Brasil de 160 millones de reales (unos 68 millones de dólares), no llegó a ser colocado en la órbita a 778 kilómetros de altura por la falla en el cohete propulsor, por lo que terminó atraído por la gravedad terrestre.
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