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ACS pone a la venta sus participaciones en Yoigo y en Iberdrola

El grupo maneja un plan de desinversiones por valor de 4.700 millones de euros

Florentino Pérez, presidente de ACS
Florentino Pérez, presidente de ACSDANI POZO (AFP)

ACS ha incluido su participación del 17% en el operador de telefonía móvil Yoigo y la del 5% que le queda en Iberdrola en el plan que tiene en marcha para vender un conjunto de activos que suman un valor total de unos 4.700 millones de euros, según datos de la compañía.

El grupo que preside Florentino Pérez está actualmente centrado en la reducción de su endeudamiento, con el fin situarlo por debajo de la cota de los 3.000 millones de euros. Para ello, desarrolla un programa de desinversiones de activos maduros o no estratégicos que incluye sociedades de su filial Hochtief, concesionesde autopistas, instalaciones de energía renovable y participacionesaccionariales.

Entre estas últimas figura el porcentaje del 5% que ACS aún tiene en el capital de Iberdrola de forma indirecta, a través de derivados equity swaps, porcentaje que valora en unos 1.000 millones de euros. La constructora prevé llevar a cabo la venta de estos derivados de Iberdrola de forma ordenada entre 2014 y 2016, según datos oficiales de la empresa.

Asimismo, prevé desinvertir en otras participaciones, entre las que destaca la que tiene en Yoigo y la que le resta en Clece. En este caso, el pasado año vendió el 23,5% del capital social de esta empresa de servicios de limpieza a Mercapital y otorgó a esta firma de capital riesgo una opción de compra por el porcentaje restante. ACS estima unos ingresos de unos 500 millones con las ventas de estas y otras inversiones accionariales.

No obstante, el grueso de las desinversiones las realizará su filial alemana Hochtief, que tras cerrar la venta de sus participaciones en varios aeropuertos, ahora tiene puesto el cartel de 'se vende' en su división inmobiliaria, valorada en unos 1.400 millones de euros.

Además, ACS prevé deshacerse de cuatro autopistas que suman un valor de 1.200 millones y también tiene pendiente la desinversión de varias instalaciones de energías renovables, con las que espera en obtener unos 700 millones de euros.

ACS confía a estas ventas, al aumento de la generación del flujo de caja y a la contención de las inversiones, la reducción de deuda en que actualmente está inmersa. La compañía de construcción y servicios ya prevé concluir 2013 con un pasivo inferior a los 4.000 millones de euros, frente al de 5.297 millones que soportaba en septiembre.

No obstante, el grupo ha asegurado este lunes en una nota remitida a la CNMV que "no ha iniciado ni tiene intención de iniciar a corto plazo ningún proceso de venta de los activos mencionados". Sobre lo que consta en la presentación, añade que "se resume el valor en libros de los activos financieros y no estratégicos del Grupo con un fin estrictamente orientativo de valoración. Sin embargo, en ningún momento se indica que ACS haya iniciado algún procesode venta de todos esos activos".

El recorte de la deuda constituye uno de los tres "objetivos estratégicos" de ACS para el trienio 2013-2015, según aseguró el presidente de la compañía al inicio de este ejercicio. Los otros dos pasan por controlar los riesgos e incrementar su rentabilidad y por continuar con la internacionalización, "gracias a la plena integración de Hochtief" con el fin último de convertirse en "un líder mundial de infraestructuras".

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