España, el país de la UE que dedicó mayor parte de prestaciones al paro en 2011
España fue el país de la Unión Europea (UE) que destino una mayor proporción de sus prestaciones sociales a pagar subsidios por desempleo en 2011, un 14,6 % del total frente al 5,6 % de media en los Veintiocho, informó hoy la oficina estadística comunitaria Eurostat.
En total, España destinó a pagar prestaciones sociales de todo tipo un 26,1 % de su PIB y, de estos fondos, el 14,6 % se dedicó a subsidios por desempleo.
Entre el resto de miembros de la UE, solo se aproximan a esta tasa Bélgica, que destinó un 12,8 % de sus ayudas al desempleo, e Irlanda, el 11,5 %.
Las dos mayores economías europeas, Alemania y Francia, dedicaron a prestaciones por desempleo el 4,6 % y el 6,6 % de sus partidas sociales, respectivamente.
En cuanto al gasto total en prestaciones, España se colocó por debajo de la media europea, con un desembolso del 26,1 % del PIB frente al 29,1 % del conjunto.
No obstante, esta tasa supuso un incremento con respecto a la registrada en los dos años anteriores, ya que en 2009 y 2010 el desembolso fue del 25,4 % y 25,8 % del PIB, respectivamente.
Por el contrario, en los Veintiocho el gasto en 2011 fue inferior a los ejercicios previos, ya que los fondos destinados a protección social supusieron de media el 29,4 % del PIB en 2010 y el 29,7 % en 2009.
La reducción del gasto en prestaciones registrada en el conjunto de la UE entre 2009 y 2011 se explica porque el gasto en subsidios aumentó de forma más lenta que el PIB, indicó Eurostat.
Por países, quienes más destinaron a estas partidas en relación con su PIB fueron Dinamarca (34,3 %), Francia (33,6 %) y los Países Bajos (32,3 %).
Eurostat destacó que existen importantes diferencias entre los Estados.
En este sentido, señaló que el gasto en prestaciones sociales se situó por encima del 30 % del PIB en los tres países antes citados, así como en Bélgica (30,4 %), Grecia (30,2 %) y Finlandia (30 %), mientras que en el otro extremo, dedicaron menos del 20 % Letonia (15,1 %), Estonia (16,1%), Rumanía (16,3 %), Lituania (17 %), Bulgaria (17,7 %), Eslovaquia (18,2 %), Malta (18,9 %) y Polonia (19,2 %).
Según la oficina estadística, estas divergencias reflejan los diferentes niveles de vida, así como las diversas estructuras demográficas, económicas, sociales e institucionales de cada país.
Las diferencias son aún más acusadas si se analizan en términos de poder adquisitivo (sin tener en cuenta las diferencias de nivel de vida de los países).
Así, en Rumanía o Bulgaria el gasto por habitante es más de un 30 % inferior a la media comunitaria, mientras que en Luxemburgo, Países Bajos y Dinamarca es un 40 % superior.
El desembolso por persona también está por encima de la media de la UE en Austria, un 30 % más, y en Francia, Alemania y Suecia (25 %).
Esto supone que un prestatario luxemburgués recibe siete veces más ayudas que uno rumano, por ejemplo.
En cuanto a los diferentes tipos de prestaciones, las pensiones de vejez y viudedad son las que representaron la mayor parte del gasto en casi todos los Estados miembros, puesto que de media se llevaron un 46 % del total de los fondos destinados a protección social.
Italia (61 %) y Polonia (58 %) fueron los que más destinaron a estas partidas, mientras que Irlanda (23 %) y Luxemburgo (37 %) se situaron a la cola.
Por su parte, los subsidios por enfermedad, salud e invalidez representaron un 37 % de media, seguidos de las prestaciones familiares (8 %), por desempleo (6 %) y para vivienda y exclusión social (4 %).
En 2011 la principal fuente de recursos para pagar prestaciones sociales fueron las cotizaciones, con las que se consiguió un 56 % del montante total, y la recaudación de impuestos, que generó un 40 % de los fondos.
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