El dueño de Eulen pide una junta para frenar a sus hijos “díscolos” en El Enebro
David Álvarez convoca una junta para invalidar la venta de la mayoría de las acciones de cinco de sus vástagos por 80 millones de euros
La guerra de los Álvarez parece no tener fin y sube de tono cada año que pasa. El presidente de la empresa de servicios Eulen, David Álvarez, quiere frenar la operación de transferencia de acciones con la que cinco de sus siete hijos se han embolsado 80 millones de euros. El patriarca del clan de los Álvarez, que encarna una dura lucha familiar desde hace años, ha solicitado una junta general extraordinaria en El Enebro, la sociedad patrimonial de la familia, para tratar de anular esta venta decidida por los hijos a los que él mismo califica de "díscolos".
El Enebro, titular de Bodegas Vega Sicilia y Valles del Esla, realizará la junta el próximo 20 de diciembre en primera convocatoria o el 23 de ese mismo mes en segunda, según publica hoy el Boletín Oficial del Registro Mercantil. El objetivo de David Álvarez es que se anulen los contratos de venta de acciones de los hijos en Eulen a la sociedad patrimonial de la familia, por cerca de 80 millones de euros. David Álvarez considera que en la operación hubo "abuso de las funciones propias del cargo de administradores, en beneficio propio y en perjuicio de los demás accionistas".
¿Quién controla Eulen y El Enebro?
- La familia Álvarez está dividida en dos bandos: por una parte están el patriarca, David Álvarez, de 87 años, y dos de sus hijos, María José y Jesús David. Por otra, los otros cinco hijos: Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo.
- En la soceidad patrimonial El Enebro, dueña de Vega Sicilia entre otras cosas, el grupo de los cinco hijos controlan la mayoría de los títulos: el 70%. El 30% restante sigue en manos de su padre y sus otros dos hijos.
- En cuanto a Eulen, por el contrario, está mayoritariamente controlada por el patriarca y los dos hijos que le apoyan. A través de la sociedad Daval tienen el 60% de las acciones. Los llamados hijos 'díscolos' ya no tienen una participación directa significativa, pero sí indirecta: un 36,3% de las acciones están ahora en manos de El Enebro, que ellos dominan.
La operación, que se fraguó el pasado mes de marzo, consistió en una venta interna. Los cinco hijos querían vender sus acciones en Eulen, donde su padre les quitó el derecho de gestión tras una dura pugna, en la que ellos quitaron a su vez el derecho de gestión a su padre en El Enebro. Según fuentes cercanas a estos cinco hijos (los otros dos apoyan a su padre), ofrecieron a su progenitor que les comprara sus acciones en Eulen, a un precio que fijó la consultora externa Deloitte en 530 euros por título. Su padre rechazó la compra de este 27% del capital. Por eso, siempre según la versión de sus hijos, decidieron que fuera la empresa El Enebro quien comprara las acciones, y les pagara a cambio 80 millones de euros en ocho años.
La cuestión es que son ellos mismos quienes controlan a su vez El Enebro, por lo que venden los títulos y se embolsan 80 millones pero sigue en sus manos de manera indirecta parte de Eulen. El control de esta empresa de servicios, sin embargo, no lo tienen, ya que su padré blindó la compañía para asegurarse de que no pudieran acceder al poder.
El padre, que se negaba a apoyar la operación, ya exigió que se anulara en la junta ordinaria de El Enebro, celebrada en junio. No tuvo éxito, y ahora busca tratar de frenar de nuevo la venta en otra junta extraordinaria en diciembre. Para David Álvarez, el movimiento de sus hijos responde al objetivo de tratar de vaciar económicamente El Enebro, de manera que si el Tribunal Supremo le da la razón al patriarca y le devuelve el control sobre esta firma patrimonial, parte de su riqueza haya desaparecido. Este lunes acusó a sus hijos de "haber vaciado la empresa".
La junta rechazará la petición
Fuentes cercanas a los hijos niegan esta versión y defienden que en realidad su venta de acciones de Eulen responde a la decisión de apartarse del negocio de su padre y centrarse en El Enebro. Aseguran que podrían haber vendido a un tercer accionista su paquete de acciones, lo que hubiera perjudicado más a su padre, y adelantan que en la junta de diciembre rechazarán la petición del patriarca y mantendrán la operación de 80 millones de euros.
Para ejecutar la operación de venta, El Enebro, en la que los cinco hijos controlan el 70% de las acciones, puso como prenda los títulos de Vega Sicilia. Por ello, el segundo punto del orden de la junta que ha forzado el padre es la nulidad de los contratos de prenda sobre determinadas acciones de la mercantil Bodegas Vega Sicilia formalizados para garantizar a los accionistas miembros del consejo de administración El Enebro el pago del precio por la venta de sus acciones.
La junta general extraordinaria de El Enebro abordará también el ejercicio de la responsabilidad contra los miembros del consejo de administración por incumplimiento de los deberes de lealtad inherentes al desempeño del cargo.
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