Una huelga ciudadana paraliza La Paz en medio de un pulso entre el Gobierno y la oposición
La ciudad de La Paz amaneció hoy paralizada por una huelga y el bloqueo vecinal de varias avenidas y calles en medio de un pulso entre el Gobierno y la oposición, que controla la Alcaldía y lidera la protesta.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo este miércoles en rueda de prensa que la huelga como un "ataque organizado, desplegado, montado por la Alcaldía paceña contra el pueblo paceño".
El alcalde de La Paz, Luis Revilla, y organizaciones vecinales e institucionales impulsaron el paro de 24 horas contra los resultados del Censo 2012, que a su juicio son incorrectos y provocarán una reducción en los fondos que otorga el Gobierno nacional a la región.
Los manifestantes cortaron las principales vías de la ciudad con piedras, troncos y tierra desde la madrugada, al tiempo que protagonizan bloqueos en pequeños grupos en decenas de puntos.
La única terminal de autobuses de La Paz, administrada por el municipio, no abrió sus puertas impidiendo los viajes interdepartamentales e internacionales, agregó Romero.
También está cortado el tránsito en la carretera entre La Paz y la ciudad vecina de El Alto, donde hay normalidad en las actividades y funciona el aeropuerto que sirve a ambas ciudades, pero al que no pueden llegar los viajeros que proceden de la capital paceña.
En el acceso a la autopista desde La Paz, la policía usó un vehículo lanza agua para intentar despejar las rutas.
Los agentes también recurrieron a los gases lacrimógenos pero no lograron dispersar a los manifestantes.
Romero acusó al opositor Movimiento Sin Miedo (MSM), el partido de Revilla, de organizar el paro desde el municipio movilizando a sus funcionarios desde la medianoche pasada para formar los piquetes y de usar maquinaria de la Alcaldía para trasladar tierra, alambres y troncos con el propósito de obstaculizar las calles y avenidas.
"Un alcalde que debe construir las obras de desarrollo está utilizando a sus funcionarios y su maquinaria para destruir la vía pública, para afectar el medio ambiente, para bloquear las actividades de desarrollo de La Paz", denunció Romero.
El MSM dirige la Alcaldía hace más de una década y fue aliado del presidente boliviano, Evo Morales, hasta 2010, cuando pasó a la oposición.
Con esta medida, el municipio quiere forzar al Gobierno a que otorgue a La Paz una compensación económica que contrarreste los fondos que perderá al haberse reducido su población según el último censo.
Los resultados en detalle del censo de 2012 divulgados recientemente, registraron a 764.617 habitantes en La Paz, lo que refleja una bajada inesperada de casi 30.000 personas (3,6 %) frente al cómputo de 2001, cuando había oficialmente 793.293 habitantes.
La Paz, que tiene la tercera población después de Santa Cruz y El Alto, es la sede del Gobierno en Bolivia al albergar los poderes Ejecutivo y Legislativo pero no es la capital nacional, título que detenta la ciudad sureña de Sucre, donde está el Poder Judicial.
El municipio y las organizaciones vecinales movilizadas consideran imposible que la población haya disminuido porque en paralelo la zona urbana de La Paz creció un 55 % en ese mismo período.
Según la Alcaldía, la reducción en el computo costará a La Paz 22 millones de dólares anuales en transferencias de parte del Gobierno, aunque el Ejecutivo ha replicado que el único dato claro de momento es de una bajada equivalente a 7 millones de dólares en 2014.
El Gobierno cree que la población disminuyó porque se redujo también la tasa de natalidad y mucha gente emigró a otros municipios rurales aledaños cansada de la inseguridad, las huelgas y los paros que normalmente afectan a La Paz por ser sede del Ejecutivo.
El ministro Romero insistió hoy en que la gente se marcha de su lugar de origen cuando sus autoridades municipales no les ofrecen condiciones de desarrollo.
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