El mayor sindicato portugués pide comicios anticipados y apoya más protestas
El principal sindicato portugués, la CGTP, reclamó hoy elecciones anticipadas por considerar "ilegítima" la continuidad del actual Gobierno conservador y llamó a proseguir la lucha con más protestas para pedir la dimisión del Ejecutivo.
El secretario general de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, de afiliación comunista), Arménio Carlos, acusó al presidente del país, Aníbal Cavaco Silva, de mantener un Gobierno "sin credibilidad ni legitimidad".
Además, la organización sindical instó a los trabajadores a unirse a las protestas convocadas para el 29 de julio en Lisboa, por el sindicato de la función pública Frente Común, que acabarán frente al Parlamento, cuando está previsto el debate de una moción de confianza al Gobierno.
La acción parlamentaria, que está prevista después de una remodelación ministerial aún no anunciada, fue una de las condiciones que el jefe de Estado exigió el domingo al avalar la continuación del actual Ejecutivo tras casi tres semanas de crisis política.
El sindicato también apoyará otras protestas en Oporto para este viernes encabezadas por la Unión de Sindicatos de esa ciudad, la segunda en población del país.
Para Arménio Carlos, "la intensificación de la lucha de masas" determinará la caída del Gobierno y el camino hacia un Ejecutivo de izquierdas, afirmó en una rueda de prensa tras una reunión de la Comisión Ejecutiva del sindicato en Lisboa.
El sindicalista responsabilizó a Cavaco Silva de los sacrificios exigidos por las políticas de austeridad del Gobierno de Pedro Passos Coelho que "han destrozado" la vida de los portugueses en los últimos dos años.
El sindicato, que cuenta con unos 600.000 afiliados en un país de 10,6 millones de personas, ha encabezado decenas de manifestaciones contra el Ejecutivo en los últimos dos años y ha convocado cuatro huelgas generales, la última el pasado 27 de junio.
La crisis de Gobierno se desencadenó el 2 de julio por las disensiones en el seno de la coalición conservadora que condujeron a la dimisión del socio minoritario y líder del Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP), Paulo Portas.
La alianza fue recompuesta días más tarde, pero Cavaco Silva optó por no aceptarla al considerar necesario un acuerdo más amplio que incluyese a los socialistas para asegurar la estabilidad hasta el fin del rescate financiero, previsto en junio de 2014.
Los tres partidos, el CDS-PP, el Socialdemócrata (PSD) y el Socialista (PS), empezaron un diálogo que se rompió tras seis días de conversaciones, por lo que Cavaco Silva aceptó finalmente el mantenimiento del Gobierno conservador.
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