Alemania intenta debilitar más el objetivo de reducción de CO2 para coches
Alemania ha presentado una nueva propuesta a sus socios europeos dirigida a extender el sistema de compensación por la venta de vehículos con emisiones bajas más allá de 2020, lo que, según dijeron hoy organizaciones medioambientales, debilita aún más el objetivo de reducción de emisiones.
La Unión Europea aprobó en 2008 una legislación para limitar las emisiones contaminantes de los turismos y fijó dos objetivos máximos: 130 gramos de CO2 por kilómetro para 2015 y 95 gramos por kilómetro para 2020.
En julio de 2012, la CE detalló las modalidades para llegar a los objetivos de 2020, entre las que incluyó los llamados "supercréditos" que permitían a los fabricantes de coches contabilizar sus ventas de vehículos menos contaminantes como parte de sus esfuerzos por reducir emisiones.
En concreto, se estableció que cada turismo nuevo con emisiones de CO2 inferiores a los 50 gramos por kilómetro daría derecho a vender 3,5 vehículos con emisiones normales en 2012, 3,5 vehículos en 2013, a 2,5 vehículos en 2014, y a 1,5 vehículos en 2015.
El sistema de supercréditos tenía previsto su fin a partir de 2015, pero finalmente la Comisión permitió que continuasen, de manera que los turismos con emisiones por debajo de 35 g/km equivaldrán a 1,3 vehículos desde 2020 hasta 2023.
Sí impuso un límite al número total de "créditos" permitidos a 20.000 vehículos nuevos por fabricante.
El Parlamento Europeo, por su parte, apoyó la introducción de los supercréditos siempre que los objetivos de emisión no se vieran aumentados en más de 2,5 gramos.
La propuesta alemana, a la que hoy ha tenido acceso Efe, defiende no sólo poder ir más allá de ese límite de 2,5 gramos, sino poder además emplear los créditos obtenidos antes de 2020 después de esa fecha.
El problema de este planteamiento para las organizaciones medioambientales es que se permite a los fabricantes obtener créditos de emisiones adicionales por cada vehículo con emisiones más bajas, y a la vez seguir produciendo coches altamente contaminantes, lo que en última instancia supone una distorsión y debilitamiento del objetivo.
"La propuesta alemana parece atractiva, ya que está destinada a convencer a los Estados miembros para aliviar la presión sobre los fabricantes de automóviles de lujo como BMW, Audi y Mercedes", indicó hoy a Efe el responsable de vehículos limpios de la ONG ecologista Transport & Environment (T&E), Greg Archer.
En su opinión, esta propuesta "desesperada de Alemania" no hace más que debilitar los objetivos fijados para 2020.
El intento de Alemania por debilitar la propuesta se produce cuando la Comisión Europea, el Consejo de la UE y la Eurocámara tienen previsto celebrar una reunión a tres bandas el próximo 24 de junio con vistas a acordar de forma definitiva las modalidades de cumplimiento con los objetivos.
Si llegan a un acuerdo, la decisión será votada en el Pleno del PE a la vuelta de las vacaciones de verano.
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