“He roto relaciones con Barceló por su comportamiento en Orizonia”

“Yo tenía una única secretaria a la que un día, en un bar de Salamanca, le dije: tendré una gran empresa con tres secretarias”. Juan José Hidalgo (Villanueva del Conde, Salamanca) quería ser un gran empresario y “conseguir algo importante” desde crío. A los 12 años compraba y vendía pieles, iba a las ferias, más tarde llevaría y traería emigrantes a Suiza. Hasta los 27 años le daba el dinero a su madre. Ahora, con casi 72 años, preside Globalia (Air Europa, Viajes Halcón, Travelplan...), un grupo en el que lleva como enseña “no arrugarse por nada, no dar un paso atrás y siempre pensando que cuando vienen malos tiempos ya escampará”. Acaba de abrir vuelo a Montevideo, donde se ha trasladado. Hace poco quiso comprar Orizonia, pero el intento no prosperó y abrió una brecha “irreconciliable” con Barceló.

Pregunta. ¿Qué pasó?

Respuesta. Fue un trago muy duro porque tenía mucha ilusión. Al decretar dos meses de prórroga, Competencia frustró la operación cuando yo ya había metido 30 millones. Pero no podía seguir esperando y poniendo en peligro nuestro grupo.

P. Se le acusó de torpedear el acuerdo de Orizonia con Barceló.

“Naturalmente que a Air Europa le ha venido muy bien el ajuste de Iberia”

R. Nosotros no fuimos nunca a romper ninguna operación. Nos llamaron los bancos acreedores y Carlyle, que estaban escamados con Barceló y no querían que se lo llevara. Nosotros analizamos la operación y estábamos muy ilusionados. Por ello estamos muy contrariados con lo que sucedió.

P. ¿Se ha perdido una gran oportunidad?

R. Para el sector habría sido muy positivo. Pero los que verdaderamente se han aprovechado han sido los de Barceló, que se han quedado una serie de activos, entre ellos, una compañía aérea en Portugal. Vamos a intentar averiguar cómo se han hecho las transacciones porque, como acreedores, somos perjudicados. Hay un montón de irregularidades que tendrán que aclararse.

P. ¿Han tomado acciones legales?

R. Sí, sí, y tomaremos las que hagan falta. Vamos a por todas.

“Marsans cayó por demasiada ambición y porque querían seguirme a mí”

P. ¿Mantiene relaciones con Barceló tras su comportamiento en la compra de Orizonia?

R. No, he roto absolutamente con ellos. No voy a permitir ese tipo de acciones. Si son legales, que lo demuestren.

P. ¿Cuánto le debe Orizonia?

R. Unos 10 millones.

P. ¿Se ha recuperado Globalia?

“Creo que debemos pensar seriamente en que Globalia salga a Bolsa”

R. Hicimos un ajuste el año pasado y ahorramos 50 millones. Perdimos 25 y este año, si no ocurre nada raro, terminaremos con un planteamiento de futuro muy esperanzador. Y si tenemos en cuenta que nuestro mayor competidor, Iberia, pierde millón y medio diario, pues...

P. ¿A qué se debe el cambio?

R. Principalmente, a los negocios de hoteles y handling (servicios de tierra). Las agencias van peor, el consumo en España ha bajado un 50% desde 2007.

P. ¿Y Air Europa, que el año pasado perdió 14 millones?

“El divorcio me va a dar más fuerzas para volcarme en la empresa”

R. Va por buen camino, esperamos que los meses de temporada alta mejore todavía más.

P. ¿Cómo van las relaciones con los pilotos?

R. Aguanté una huelga. Les dije que no admitía presiones de un colectivo que considero directivos y que lo que manda es la cuenta de resultados.

P. ¿Por qué vendió su hijo?

R. No voy a meterme en los negocios que tiene. Son cosas suyas. Yo creí que era bueno que tuviera esas acciones, pero hemos ganado porque a cambio ha llegado una personalidad como Abel Matutes, que tiene una buena reputación y puede abrirnos muchas puertas. Ganamos los dos. Es la pareja casi perfecta.

P. ¿Van a fusionar los hoteles?

R. La idea es integrar las sinergias con la compañía aérea y los paquetes hoteleros.

P. Además, Matutes es consejero del Santander.

R. Por eso he dicho que nos puede abrir puertas. Hasta ahora hemos trabajado con el Popular.

P. ¿Ha pensado en la sucesión?

R. La sucesión de qué. Esto es una sociedad anónima con unos accionistas.

P. O sea, que no está pensando en ello.

R. No. No lo estoy pensando.

P. Pero el divorcio (su mujer, Eloína Gutiérrez, posee el 5% de Globalia y él, el 57%) afectará en el control de la sociedad.

R. En absoluto. No tiene por qué. Antes al contrario, me va a dar más fuerza para volcarme en la empresa y su expansión.

P. Hace unos años sí pensó en sacar a Bolsa la sociedad, ¿sigue con esa idea?

R. Es una idea viva, que si no se ha hecho es porque los momentos no lo han aconsejado. Creo que debemos pensar seriamente en salir a Bolsa. No sé en cuánto se va a valorar; pero Air Europa tiene un valor incalculable y, con la caída de nuestros competidores, es el único proyecto español serio, porque el resto está en manos de la Bolsa o de extranjeros.

P. ¿Tiene fecha?

R. De momento es cosa de convencimiento. Pero no hay fecha.

P. Le ha venido muy bien el ajuste de Iberia.

R. Naturalmente que nos ha venido muy bien. No voy a decir lo contrario. Nos ha dado alas y lo vamos a aprovechar. Pero ya teníamos unos proyectos muy competitivos y mientras Iberia decrece, nosotros crecemos. Acabamos de abrir vuelo a Montevideo, que dejó Iberia, y abriremos en diciembre São Paulo y, probablemente, Río de Janeiro. Y seguiremos. Para hacer una comparación: Iberia tiene 75 aviones y se va a quedar con 16.000 personas y nosotros, con 50 aviones, no tenemos ni 4.000.

P. ¿Le ha venido bien a Iberia la fusión con British?

R. Es como el que vende su caballo y le dan 10 gatos. No veo sinergias por ningún sitio más allá del código compartido.

P. ¿El sector aéreo se ha reconvertido?

R. Los países han crecido por la conexión aérea. Pero el negocio ha sido ruinoso y soportado por los Gobiernos. Por otro lado, las aerolíneas han tenido un lastre con los pilotos, a los que se les ha dado demasiado. Luego están los excesos de inversión en aeropuertos. Todo repercute en el billete. La aviación tiene que ser competitiva, no puede haber aventuras de empresas con uno o dos aviones. Pero como todo vale…

P. Cuando habla de compañías de uno o dos aviones me recuerda a sus viejos amigos de Marsans, Díaz Ferrán y Pascual.

R. No, me refería a compañías con aviones de muchos años. Habría que hacer una limpia; pero no me voy a meter a que vayan analizando una por una. Sobre Marsans ya sabe cómo me llevaba con esos señores, pero no quiero hacer más leña del árbol caído.

P. Sí, se llevaba realmente mal, ¿por qué cree que cayeron?

R. Por demasiada ambición y querer seguirme a mí. Iban con mucha prepotencia y muy bendecidos por las altas cúpulas. Crearon una bola que no fueron capaces de digerir. Fueron más allá de sus posibilidades. A base de vender duros a cuatro pesetas las cuentas no cuadran.

P. ¿Ha tirado la toalla en la batalla por la terminal 4 de Barajas?

R. No, en absoluto. Seguiremos luchando por la T-4 porque calculamos que ahorraríamos 20 millones en rodajes. La T-4, además, tiene ventajas en conexiones y mejores instalaciones, y si vamos todas las operadoras, menos las que hacen chárter y no tienen conexiones, estaríamos en igualdad de condiciones. La gestión aérea es mejorable.

P. ¿Participaría en la privatización de AENA?

R. El que vaya a adquirir los aeropuertos lo tiene que hacer con la rentabilidad demostrada. Tendrán que ser empresas con una capacidad que me supera.

P. ¿Qué opina de las medidas del Gobierno?

R. Subir impuestos va en contra de las empresas... Pero no me voy a meter con ningún político porque, como empresario, tengo que estar siempre a favor del que gobierna.

P. ¿Qué tiene que decir de la denuncia de la pasajera impedida a la que se le negó volar?

R. Pues que hemos cumplido la normativa internacional que dice que una persona no puede volar sola si, como aseguró, no puede valerse por sí misma.