Las cuotas de los empleados son insuficientes para pagar las pensiones

La mala situación del mercado laboral está castigando las cuentas de la Seguridad Social. En lo que va de año, y sin tener que haber hecho frente todavía a ninguna paga extraordinaria, ya se puede observar como las cuotas que pagan los trabajadores con empleo (30.017,5 millones) son insuficientes para cubrir el gasto en pensiones contributivas (30.826,8 millones), según los datos de ejecución presupuestaria publicada ayer por el Ministerio de Empleo.

No obstante, esto no quiere decir que a estas alturas de año la Seguridad Social esté en números rojos. Contando las cuotas que pagan los Servicios Públicos de Empleo por los trabajadores en paro que perciben prestación o subsidio y con las transferencias que han hecho al instituto público otros órganos del Estado, el organismo que dirige Tomás Burgos logró en los cuatro primeros meses del año un superávit de 7.275 millones, un 0,7% del producto interior bruto.

Una prueba del deterioro de las cuentas de la Seguridad Social, está en que este buen dato provisional conjunto es menor que el de año pasado, cuando el instituto público cerró el ejercicio con el déficit más abultado de su historia. Y eso a pesar de que las preceptivas transferencias a la Seguridad Social por parte de Hacienda (ya muy importantes el año pasado) ascendieron a unos 7.500 millones, unos 2.400 más que en los cuatro primeros meses de 2012.

A pesar de que en los cuatro primeros meses el saldo de la Seguridad Social sea positivo, lo cierto es que este año el Gobierno contempla acabar el ejercicio con un déficit que se acerque 1,4% del PIB este año. A tenor de estas previsiones, lo lógico es que en los próximos meses las cuentas vayan a peor, sobre todo cuando tengan que empezar a hacer frente a las pagas extraordinarias. Se repetiría así lo sucedido en 2012, cuando ya en verano la Seguridad Social tuvo que recurrir a los ahorros de años anteriores acumulados por el excedente de la gestión de las mutuas de accidentes laborales para poder pagar la extra de veranos sin tener problemas de tesorería.

Por otra parte, ayer continuaron las reacciones a los trabajos de la comisión de expertos y su informe sobre la reforma de las pensiones y el factor de sostenibilidad. Si el lunes, la patronal no había dicho nada, ayer sí que lo hizo. Y fue su presidente, Juan Rosell, quien afirmó que él "negociará la reforma con la calculadora en la mano". Por otro lado, los líderes sindicales, Ignacio Fernández Toxo (CC OO) y Cándido Méndez (UGT) acusaron a Bruselas de injerencia por exigir la reforma, ya que las pensiones no son de su competencia, defendieron. "La Unión Europea no tiene nada que decir sobre el presente o el futuro de la Seguridad Social", subrayó Méndez.