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OMC DIRECCIÓN

El brasileño Roberto Azevêdo promete "recobrar" la preeminencia de la OMC

El próximo director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el brasileño Roberto Carvalho de Azevêdo (c) abandona hoy la sede de la OMC en Ginebra.
El próximo director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el brasileño Roberto Carvalho de Azevêdo (c) abandona hoy la sede de la OMC en Ginebra.EFE

El diplomático brasileño Roberto Azevêdo fue designado hoy oficialmente como nuevo director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en un acto en el que prometió trabajar con determinación para lograr que la entidad pueda "recuperar el rol y la preeminencia que se merece".

El Consejo General del organismo -máximo órgano decisorio- se reunió para designar, esta vez de forma oficial, al recién elegido como su responsable máximo.

Azevêdo fue escogido tras un proceso de selección entre nueve candidatos que se presentaron al cargo y que en tres rondas sucesivas fueron descartados hasta que sólo quedó su nombre.

El diplomático brasileño aun es embajador de su país ante la OMC y como tal participó hoy en el Consejo General, encuentro que aprovecho para agradecer a los miembros su apoyo, pero también para decirles sucintamente cuales serán sus prioridades cuando tome posesión del cargo.

"He trabajado en y con esta organización de forma continúa durante los últimos 15 años. Y la he visto en mejor estado que ahora", dijo con franqueza Azevêdo en su discurso.

"Prometo a todos los miembros que trabajaré con ellos, con inquebrantable y firme determinación, para recuperar el rol y la preeminencia que se merece y que debe tener" la organización, dijo.

Precisamente, cincuenta y dos Estados miembros y dos Estados observadores tomaron la palabra para felicitar al diplomático brasileño, y nadie cuestionó su designación, confirmaron fuentes de la OMC.

Azevêdo también se refirió se refirió a la próxima reunión ministerial ordinaria de la entidad, que tendrá lugar en Bali en diciembre próximo.

"Es un acontecimiento importante para esta organización en esta situación crítica, está al doblar la esquina y no tenemos tiempo que perder", indicó.

Dicho esto, el diplomático no ahondó más en el tema, aunque advirtió de que "esta conversación" seguirá en septiembre, cuando asuma oficialmente el cargo en sustitución del francés Pascal Lamy.

A Lamy, que ha llevado las riendas de la organización durante los últimos ocho anos, le dedicó palabras de elogio y le agradeció públicamente que haya ofrecido ayudarle durante el periodo de transición, de aquí a finales de agosto.

En su propio discurso a los miembros, Lamy les agradeció su compromiso con el proceso de selección, y aseguro que éste fue un ejemplo de "eficacia, que concluyó bastante antes de la fecha límite", algo que a su entender es un signo de que la organización es capaz de aportar resultados positivos cuando "todos los miembros trabajan juntos para un objetivo común".

Lamy agregó que lo más importante del proceso era que los miembros habían elegido a quien consideran "la persona más apta para dirigir la organización durante cuatro años".

Por su parte, Azevêdo elogió el sistema de selección, dado que a su entender, la búsqueda del consenso es más "legítima" y más inclusiva que una elección directa entre dos o varios candidatos.

"El proceso fue sin duda totalmente inclusivo y los miembros -sin excepciones- tuvieron la oportunidad de expresar sus preferencias durante los varios niveles de las consultas", aseveró.

"Alcanzar consenso es mucho mas complejo que contar votos. Requiere que todas las delegaciones formen parte constructivamente y de buena fe en las consultas, que deben determinar más que el nivel de apoyo recibido por los candidatos. Pero la mayor ventaja de una decisión lograda por consenso es que añade legitimidad a la elección", concluyó.

Un apoyo y una legitimidad que Azevêdo necesitará en cuanto asuma el puesto para liderar la organización hacia la obtención de algún resultado concreto, aunque sea menor, en Bali, que le afiance en el cargo, y que sea la base para poder relanzar las estancadas negociaciones de la Ronda de Doha, proceso de liberalización del comercio mundial, estancadas desde hace un lustro.

Un proceso sin el cual la aspiración del propio Azevêdo de recobrar la perdida "preeminencia" de la organización es una quimera.

Marta Hurtado

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