Caramelo suspende pagos y anuncia una fuerte reducción de tamaño

Caramelo, en su día una de las firmas emblemáticas de la moda gallega, ha solicitado el concurso de acreedores en un juzgado de A Coruña. La dirección de la empresa anunció que pretende asegurar la viabilidad de la compañía tras un “profundo redimensionamiento” de la plantilla, de 398 trabajadores en la actualidad, así como de sus puntos de venta. Caramelo cuenta en España con 15 tiendas propias, 11 en franquicia y 102 puntos de venta en El Corte Inglés.

La crisis de Caramelo viene de largo y se ha agudizado en los últimos años, pese a la inyección de capital que supuso en 2008 la entrada de Inveravante, el grupo inversor del expropietario de Fadesa, Manuel Jove, que se hizo accionista mayoritario. El desembarco de Jove contó con un importante respaldo de la Xunta de Galicia, que le concedió casi 30 millones de euros en créditos y avales. Al año siguiente, la nueva dirección acometió un ERE que supuso la salida de 248 trabajadores. Jove alegaba que con una plantilla que entonces era de casi 700 empleados el negocio resultaba ruinoso.

Pero inmediatamente sobrevino la crisis económica en España y la textil ya no levantó cabeza. En 2011, cerró el ejercicio con una facturación de 38 millones de euros y unas pérdidas de 11,5 millones. El año pasado, Jove inyectó 16 millones más y acometió cambios en la dirección. Aun así la salud de la compañía continuó empeorando. Las cuentas del ejercicio de 2012 todavía no se han cerrado, pero fuentes de la empresa apuntaron que la facturación descendió a unos 30 millones y las pérdidas operativas fueron de 15 millones.

La empresa atribuye su situación actual a la “crisis del consumo en España”. La compañía asegura que esperó a comprobar la evolución de las ventas en el primer trimestre de este año, pero, al constatar que seguían cayendo, ha decidido acogerse al concurso para “garantizar la continuidad del negocio”. Las ventas de Caramelo están volcadas mayoritariamente en el mercado nacional. En 2009, tras la llegada de Jove, la compañía anunció una estrategia de internacionalización que apenas dio frutos. Sus principales mercados exteriores se sitúan en Portugal y Grecia, países todavía en peor situación que España. Caramelo solo tiene un tienda propia en el extranjero, en Marruecos, además de 190 puntos de venta compartidos con otras firmas.

La empresa no ha adelantado la dimensión del ERE, aunque fuentes próximas a la dirección admitieron que será “importante”. También se cerrarán todas las tiendas que no sean rentables, cifradas por el comité de empresa en un 20%. La compañía intentará además buscar nuevos socios que refuercen su capital. Pese a la férrea resistencia de Inditex a la crisis, otras compañías históricas del textil gallego como Adolfo Domínguez llevan más de dos años encadenando pérdidas y reduciendo su actividad.