La creatividad española planta cara a la crisis económica con imaginación

Un aerogenerador para producir energía eólica de forma más eficiente o un vaso para microondas que prepara café son dos de las variadas creaciones con las que España participa en el Salón Internacional de Inventos de Ginebra y que demuestran su determinación de plantar cara a la crisis.

"Para salir de la recesión es necesario ser pioneros, creativos y que aportemos nuevas ideas. Por eso la innovación española no es de los sectores más afectados", opinó José Luis de Castro, representante de la agencia de propiedad industrial García Cabrerizo, que asesora a la delegación de inventores españoles que participan en el evento.

Aunque la crisis económica no ha acabado con las nuevas ideas ni la creatividad, sí ha tenido repercusión en el número de inventos españoles expuestos -un total de ocho, frente a treinta en 2007- en la presente edición del Salón de los Inventos, que abrió sus puertas este miércoles y que concluirá el próximo domingo.

"Actualmente traemos a menos de la mitad de inventores que hace algunos años, pero estamos seguros de que poco a poco iremos remontando", confió De Castro en una conversación con Efe.

El inventor español José Antonio Torrecilla confirmó esta disminución de la presencia española en este salón y lo atribuyó a que es "muy costoso" e incluso "inviable" si los creadores no reciben algún tipo de ayuda.

"Los dos metros cuadrados en los que presento mi invento cuestan 2.500 euros, pero entiendo que es necesario dar a conocer mi idea al mundo", comentó.

Se trata de un aerogenerador de eje vertical que permite producir energía eólica independientemente del sentido del viento -a diferencia del sistema tradicional- por lo que la eficiencia energética puede multiplicarse por dos y hasta tres, según explicó.

En otro puesto, Isidro Sánchez expone un vaso de café desechable con un mecanismo que permite preparar un café comparable al de una máquina de café italiana.

Jesús Zorrilla presenta un material biodegradable obtenido de restos de la industria olivarera y que puede usarse para fabricar envases de aceite de oliva o piques de golf, que si fuesen olvidados en el campo dejarían de ser un problema medioambiental.

Otro inventor, Alfredo Pallás, ha llegado a Ginebra con un sistema de seguridad para automóviles.

En el sector de los deportes, el ingeniero Jesús Eladio Muñiz exhibe una cometa que permite crear música gracias a los movimientos que se realizan con los mandos mientras de dirige el vuelo.

Por su parte, Antonio Martínez muestra un eficiente sistema de trituración de alimentos para animales, mientras que Jorge Amorós exhibe un transformador eléctrico de arquitectura innovadora.

Una de los grandes retos a los que se enfrentará la delegación española en esta edición es hacerse visibles frente a la arrolladora presencia de Asia y Oriente Medio, regiones a las que pertenecen el 60 por ciento de los 45 países presentes en la feria.

Los organizadores afirman que cerca de la mitad de los 60.000 visitantes que en promedio recorren el Salón de los Inventos son industriales y profesionales en busca de nuevos productos para comercializar.

Esta exposición a potenciales clientes alienta la expectativa de los inventores españoles -como la del resto de participantes- de que alguno de ellos se interese en invertir en sus productos para continuar desarrollándolo y comercializarlo en el futuro.

En cada edición de este salón, una importante proporción de los inventos expuestos son objeto de un contrato de exclusividad para ser desarrollados a escala industrial e introducidos al mercado.