Ruiz-Mateos vuelve a pedir su ingreso en prisión para “reivindicar su inocencia”
El fundador de Nueva Rumasa afirma que no puede más y reitera que los inversores cobrarán
José María Ruiz-Mateos ha salido una vez más a la palestra al solicitar de nuevo su ingreso en prisión “para defender su inocencia”, en los casos en los que está imputado. “Consciente de mi cansancio por la edad y el desgaste del alma, mi resistencia se ha roto”, ha afirmado Ruiz-Mateos, de 81 años y enfermo de párkinson. “No puedo más”. En abril de 2012, hizo un anuncio similar.
Ruiz-Mateos, al igual que gran parte de su familia, tiene pendientes una retahíla de juicios en varios tribunales y por varios delitos, entre ellos, blanqueo de capitales, estafa o insolvencia punible. El más grave es el proceso que corre en la Audiencia Nacional para saber el destino de los cientos de millones de euros de Nueva Rumasa, la entidad creada por el jerezano para reconstruir el imperio empresarial de la familia, expropiado en 1983 por el Gobierno socialista. Nueva Rumasa se desplomó en 2011, llevándose consigo los ahorros de miles de pequeños inversores.
Presunta estafa
Ruiz-Mateos fue detenido en agosto de 2012 por orden del Tribunal Superior de Justicia de Baleares por un presunto caso de estafa relacionado con la compra de unos hoteles. En aquel entonces, la juez que llevaba su caso en el tribunal de Palma de Mallorca, María Pascual, puso en libertad al jerezano por “razones humanitarias”. Al igual que hace 11 meses, Ruiz-Mateos volvió a aprovechar su comunicado para insistir en que los que invirtieron en las empresas de su grupo “pueden tener la absoluta certeza” de que cobrarán finalmente.
El jerezano ha afirmado sentirse “orgulloso de mi obra empresarial y financiera”, declarando que “tan mala no pudo ser, si se repartieron mis 23 bancos entre los grandes de la banca de entonces”, en referencia a la expropiación de 1983. “Cualquiera de mis sociedades expoliadas, robadas, saqueadas hubiera resuelto la situación actual de drama y tristeza”, sostuvo.
Ruiz-Mateos también se declaró “orgulloso de haber donado miles de millones de euros a la Iglesia y a cuantas personas necesitadas tuve el privilegio de apoyar”, así como “muy satisfecho de haber creado y mantenido decenas de miles de trabajos de personas que me acompañaron en mi labor profesional y a las que estoy profundamente agradecido”. En el momento de su hundimiento, Nueva Rumasa empleaba alrededor de 10.000 personas.
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