El salario de los jóvenes es un 42 por ciento inferior a la media de la población asalariada, según informe
El salario de los menores de 25 años en España es, con 13.575 euros anuales, un 42 % inferior al del conjunto de la población asalariada, que se sitúa en 23.519, pese a que se trata de la juventud más formada de la historia, con un promedio de 10,3 años de estudio frente a los 6,9 de 1977.
Estos son los principales datos que se desprenden del informe "El futuro de la juventud. Una reflexión sobre los y las jóvenes en un contexto de cambio y crisis", elaborado por tres profesores de la Universidad de Valencia, que, si se suma una tasa de paro juvenil del 53 % que duplica la media, dibuja un panorama "desolador".
Se trata del primero de los informes de "Nau XXI", una plataforma de debate para analizar los problemas actuales creada por la citada universidad.
Este estudio lleva las firmas del vicedecano de la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), José Manuel Pastor, el catedrático de Psicología del Trabajo y las Organizaciones de la UV y director del Observatorio de Inserción Profesional y Asesoramiento Laboral de la Universitat (OPAL), Vicente González-Romá, y el director del Departamento de Sociología y Antropología Social de la UV, José Beltrán.
El documento, que emplea datos del segundo trimestre de 2012, indica que, pese a que la tasa de paro juvenil triplica la de personas mayores de 55 años, la situación de los que sí tienen empleo "tampoco puede calificarse de satisfactoria".
Además de tener un salario un 42 % inferior a la media, el 47,3 % de los jóvenes entre 16 y 29 años tiene contrato temporal y el 39,1 % desempeña un trabajo para el que está sobrecualificado; todo ello "les impide contar con la independencia económica necesaria para emprender con garantías un proyecto personal propio".
Los autores denuncian que la coincidencia de paro y elevado nivel de formación en la juventud española "ha sido erróneamente utilizada como argumento para desprestigiar el papel de la formación e incluso cuestionar la calidad de la enseñanza impartida en las universidades españolas".
Sin embargo, aseguran que la formación es la mejor "arma" para luchar contra el desempleo y "afrontar con éxito el futuro", puesto que, añaden, la inversión en educación "tiene consecuencias positivas a corto, medio y largo plazo".
El informe detalla al respecto que los jóvenes con formación universitaria ganan un 36 % más que los que tienen estudios primarios, un porcentaje que se eleva al considerar el conjunto de la población.
Asimismo, la tasa de paro entre los 16 y los 29 años es del 23 %, inferior a la del promedio de esta franja de edad, a la de las personas con bachillerato (26,2 %) y a la tasa de paro general (que en el segundo trimestre de 2012 era del 24,6 %).
Por estos motivos, el informe anuncia que "podría estarse produciendo" una "desafección afectivo-emocional" ante el trabajo, algo que se justifica "por su precariedad, por la baja cualificación requerida y, en consecuencia, la limitada oportunidad de realizarse y desarrollarse profesionalmente".
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