La Comisión Europea quiere que la restauración de Pompeya sirva de modelo para toda Italia

La Comisión Europea (CE) y el Gobierno italiano dieron hoy el pistoletazo de salida a las obras de restauración del yacimiento arqueológico de Pompeya, con vistas a que este proyecto, financiado con fondos regionales europeos, se convierta en un modelo para el resto de Italia.

Los trabajos tendrán un coste total de 105 millones de euros (unos 141 millones de dólares), de los que 41,8 millones de euros (unos 56,4 millones de dólares) procederán del fondo europeo de desarrollo regional (FEDER), aprobados en marzo de 2012, con el objetivo de conservar el lugar como un atractivo turístico a largo plazo.

Por parte italiana, la inversión llegará del programa "Atractivos culturales, naturales y de turismo", diseñado para apoyar este tipo de parajes en las regiones del sur del país, y que ha sido modificado incluir las obras de restauración de Pompeya.

"Estoy encantado de utilizar fondos regionales de la UE para ayudar a salvar un sitio que es importante para el mundo, Italia y, sobre todo, para la región de Campania en sí", dijo el comisario europeo de Política Regional, Johannes Hahn, en un comunicado.

"Tenemos la oportunidad no sólo ayudar a salvar algo que es parte de la identidad cultural de Europa, sino de revitalizar también la economía de la Campania, atrayendo a más visitantes y la creación de nuevos puestos de trabajo", agregó Hahn.

Gracias a este proyecto se consolidarán las estructuras del yacimiento arqueológico, empezando por las áreas calificadas de alto riesgo, se construirá una canalización y un sistema de drenaje, se llevarán a cabo trabajos de consolidación y restauración y se mejorará la formación del personal.

Además, se tomarán medidas para proteger el yacimiento del crimen organizado que actúa en la zona y se instalará un prefecto del ministerio del Interior para supervisar la seguridad y los aspectos legales del proyecto hasta su culminación.

Actualmente, el yacimiento de Pompeya recibe 2,3 millones de visitantes anuales, aunque la CE espera que este número se incremente en al menos 300.000 personas para cuando hayan terminado los trabajos de restauración en 2017, con todo el impacto que ello supondría en cuanto a lugares de trabajo y actividad comercial.