España llama a unos inversores aún cautos

Fue una exhibición de optimismo. El Gobierno y el 70% de las empresas cotizadas en el Ibex 35 presentaron a los cerca de 200 inversores presentes en el encuentro Spain Investors Day, un cuadro de la economía española en 2013. Y a un tiro de piedra del Museo del Prado, los participantes del evento exhibieron una pintura monumental llena de claroscuros, enfatizando los claros.

Los inversores vuelven a ver negocio en España, tras un 2012 en el que las dudas sobre la economía española llegaron al paroxismo. Pero el entusiasmo del Gobierno con respecto a las perspectivas del año recién empezado no es compartido por todos los participantes. Muchos de ellos están más interesados en las posibilidades que las empresas españolas ofrecen fuera de España o incluso de la zona euro. Algunos creen que es la oportunidad para entrar en el mercado bursátil español antes de que vuelva a subir. Otros, más cautos, esperarán a que quede claro que la crisis en España, por fin, ha tocado fondo.

El evento, que tuvo lugar entre el martes y el miércoles organizado por Estudio de Comunicación, contó con la presencia de 35 sociedades y estuvo patrocinado por BNP Paribas y PRISA, sociedad editora de EL PAÍS, entre otras empresas.

Las perspectivas para España son buenas, al menos para su mercado de valores. En un sondeo llevado a cabo por el banco de inversión Exane BNP Paribas entre los participantes del evento, el 85% consideró que el Ibex 35 subiría durante 2013. De ellos, el 73% apostó por una subida entre 10 y 20 puntos porcentuales. La mitad de los encuestados aventuró que serán los valores financieros los que tirarán del selectivo español, seguido de las empresas industriales y de venta al por menor.

La mayoría de los inversores asistentes apuesta por una subida del Ibex 35, según un sondeo

Según el responsable de BNP Paribas en España, Ramiro Mato, el optimismo sobre los valores bancarios viene de la profunda reestructuración del sector que se ha llevado a cabo en los últimos meses. “El análisis al que se ha sometido a la banca española ha sido mucho más profundo que el que han recibido otros países de su entorno”, lo que ha permitido a los inversores tener una imagen mucho más precisa del sector financiero.

Para Mato, las dudas de los fondos internacionales de inversión se centran en la capacidad de España para cumplir con sus objetivos de déficit público, la tasa de desempleo (“los inversores nos preguntan mucho sobre esto”) y el “interrogante” que supone la relación entre los Gobiernos autonómico y central, especialmente el conflicto entre los Ejecutivos de Artur Mas y Mariano Rajoy.

Mato cree que el interés de los inversores internacionales está menos motivado por la potencial recuperación del crecimiento en España —lastrado por el descenso de los salarios reales y el aumento de los impuestos— y más por la valoración en Bolsa de los activos españoles.

Para Carmen García y Ángel Adobo, de Renta4, los valores más interesantes para los inversores de fuera de España son los de las empresas más internacionalizadas, que no están expuestos al bajón de la demanda en España y en parte de la zona euro.

Jean-Christophe Liaubet, vicedirector de estudios de Exane BNP Paribas, precisa cuáles son las empresas que pueden llamar la atención de los inversores: “Hay empresas del sector de la construcción, como OHL, Acciona o Sacyr, penalizadas por los mercados por la explosión de la burbuja y que sin embargo tienen una presencia muy fuerte en el sector de las infraestructuras fuera de España”.

El mercado busca valores con una fuerte presencia fuera de España y cuyo modelo de negocio se vea fortalecido por la crisis

Liaubet también llama la atención hacia empresas cuyo modelo de negocio “gana con la crisis”, como Dia, u otras muy diversificadas o con ventajas competitivas, como Amadeus o Enagás. Para el inversor francés, la actual situación está atrayendo hacia el mercado español a los inversores “de medio y largo plazo”, mientras que los más cortoplacistas se mantienen alejados por unas perspectivas económicas “malas” para los próximos meses. A pesar de eso, opina Liaubet, los inversores ven progresos, como la reforma laboral.

Jorge Gil, director general de Cecabank, indica que además los inversores están empezando a notar que las empresas españolas tienen unos directivos “eficientes, bien formados, dedicados y serios” que la sociedad “está aprendiendo a aprovechar”.

El optimismo entre los fondos de inversión internacionales se disuelve cuando se trata de las perspectivas a corto plazo para la economía española. Según un inversor, “todavía no se ha llegado al fondo del problema”, dado que España no ha reformado su economía a fondo como sí han hecho países como Reino Unido. “La sensación es que las cosas no han cambiado mucho”, indica, y cree que el optimismo del mercado deberá enfrentarse a la prueba del fin de la prohibición de las ventas en corto, el 31 de enero. Otro recuerda que “los mercados siempre son optimistas en esta época del año”, dado que hay tiempo para “compensar los errores” antes del cierre de los balances en diciembre, y que a pesar de que las señales que vienen de Bruselas y Fráncfort son positivas, “siempre se puede contar con la UE para meter la pata”.