Una crisis fiscal sin precedentes marca el inicio de 2013 en Honduras
El Gobierno de Honduras dijo hoy que espera que durante la segunda semana de enero próximo el Parlamento apruebe el proyecto de presupuesto nacional del 2013, que arrancará con el país sumido en una crisis fiscal sin precedentes.
La crisis es de tal magnitud que el Ejecutivo no ha podido pagar este diciembre salarios y aguinaldos a empleados de algunas secretarías de Estado, como Salud y Educación, mientras el presidente del país, Porfirio Lobo, decidió pasar el fin de año con familiares en Estados Unidos, lo que le ha valido duras críticas.
La ministra de la Presidencia de Honduras, María Antonieta Guillén, dijo este lunes que el Gobierno prevé que el Parlamento, de mayoría oficialista, apruebe durante la segunda quincena de enero próximo el proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos.
El proyecto presupuestario presentado en septiembre pasado por el presidente hondureño, Porfirio Lobo, alcanza los 164.925 millones de lempiras (unos 8.376 millones de dólares), un 13,7 % por encima del de 2012, y establece un déficit fiscal del 3,5 % del producto interno bruto (PIB), menor al 4,5 % calculado para este año.
El Parlamento, que se encuentra ahora en receso y retomará actividades en la segunda quincena de enero próximo, debía aprobarlo este diciembre, pero no lo ha hecho porque pide recortes al gasto público, una exigencia que acatará el Gobierno según ha dicho el ministro de Planificación, Julio Raudales.
Lobo, que en 2013 iniciará el último de sus cuatro años de Gobierno, concluye este 2012 sin haber logrado un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que recomienda medidas fiscales como la reducción del gasto y una "acelerada devaluación", según denunció en junio pasado el mismo gobernante.
La petición de una "devaluación acelerada" del lempira es la razón por la que no se ha firmado el nuevo convenio después del suscrito con el multilateral en octubre de 2010 por 18 meses y que caducó en marzo pasado, ha asegurado Lobo.
La moneda hondureña, que desde 2005 hasta julio de 2011 se mantuvo a un cambio oficial fijo de 18,90 por dólar, se ha venido devaluando gradualmente hasta cerrar 2012 a 20,09 por dólar.
La falta de un acuerdo con el FMI le impidió a Honduras acceder a al menos unos 160 millones de dólares para obras sociales y apoyo presupuestario.
El país tampoco pudo cumplir en 2012 con la meta de recaudación, fijada en 55.000 millones de lempiras (unos 2.750 millones de dólares) por la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI).
Las medidas impositivas aplicadas por el Gobierno y otras orientadas a reducir el gasto no dieron el resultado que esperaban las autoridades económicas.
Por ello y entre otros problemas, el Gobierno enfrenta un hueco fiscal de unos 20.000 millones de lempiras (600 millones de dólares), con algunas instituciones que a octubre ya habían gastado su presupuesto anual, según fuentes privadas como el Foro Social de Deuda de Externa de Honduras (Fosdeh).
No ha sido suficiente el crecimiento de 3,5 % que en 2012 tuvo la economía de Honduras, un país con 8,2 millones de habitantes de los que el 70 % son pobres.
Después de casi tres años de su mandato, Lobo tiene dos asignaturas pendientes con los hondureños y que fueron sus principales promesas de campaña: trabajo y seguridad.
Según analistas locales, de los cuatro millones de hondureños que representan la población económicamente activa del país, dos millones tienen problemas de desempleo.
La violencia criminal en 2012 ha sido tan grave como en 2011, con un promedio de una veintena de muertes diarias, según informes de organismos de derechos humanos.
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