Pescar lectores en el Tajo
Casa del Libro apuesta por los libros digitales con el proyecto Tagus
Tagus significa Tajo en Latín, y Casa de Libro ha elegido el nombre de este río para su proyecto digital. Toledo, ciudad por donde pasan sus aguas, reúne los conceptos de comunidad —convivieron varias culturas durante siglos— y acceso al conocimiento —fue centro de transmisión de ideas con sus escuelas de traductores— con los que esta compañía identifica su apuesta por el libro electrónico.
La mayor cadena de librerías en castellano del país, fundada en 1923 y, desde 1992, propiedad del Grupo Planeta, se prepara para no perder un tren clave para la industria: los avances tecnológicos están transformando el negocio editorial. “Desde que se inventó la imprenta, el sector de los libros no había experimentado una transformación semejante. Los clientes cada vez quieren tener una experiencia más rápida en el consumo de contenidos de ocio. Ese cambio cultural, y los nuevos dispositivos de lectura, nos han llevado a cambiar la estrategia de venta tanto en las tiendas físicas como en Internet”, explica Xavi Solà, director de Casadellibro.com.
Facilidad en la compra y en la descarga, posibilidad de interactuar con otros usuarios, compatibilidad de lectura en diferentes dispositivos, con o sin conexión a Internet, precios ajustados y un amplio catálogo son las premisas que buscan los clientes que optan por el consumo digital de libros. La famosa librería de los escaparates verdes puso en marcha en su web el proyecto Tagus en noviembre de 2011 junto con la venta de su primer libro electrónico. Un año después de este lanzamiento, Casa de Libro presenta a sus usuarios una oferta de cuatro nuevos modelos de e-readers y una tableta propios.
“Estamos haciendo un esfuerzo de inversión por adelantarnos a la demanda. La apuesta de la empresa es desarrollar el universo Tagus, digitalizar nuestras librerías tradicionales y potenciar nuestro negocio del comercio electrónico donde somos líderes. Habrá una coexistencia entre la oferta digital y el papel. No creemos que los libros físicos vayan a desparecer, pero lo que es indudable es que el formato electrónico va a ir ganando cuota de mercado a gran velocidad”, explica Solà.
Nuevas promesas y segunda mano
Como estrategia para desarrollar su estrategia digital, Casa del Libro presentó el pasado mes de julio Ediciones Tagus, su editorial digital cuya vocación es dar una oportunidad a autores noveles que quieren abrirse camino en el mundo literario, así como a autores consagrados que desean tener exposición al creciente número de lectores que prefieren el formato digital.
Ediciones Tagus publica mensualmente dos o tres obras, con precios que oscilan entre 0,99 euros y 4,99 euros. “Los lectores quieren acceder a obras de calidad avaladas por Casa del Libro. Además, esta editorial nos permite crear un concepto de comunidad entre nuestros clientes”, explica Xavi Solà, director de Casadellibro.com.
Otro de los servicios que ofrece la librería a través de su página web es crear un mercado de libros de segunda mano entre sus usuarios. Esta opción de compra da la oportunidad a los usuarios de vender aquellos libros ya leídos y que no quieren seguir almacenando por cuestiones de espacio.
“Hay muchas obras que son difíciles de encontrar. Nosotros ponemos en contacto a los lectores, con independencia del formato, digital o en papel. Por otra parte, en un momento de crisis como el actual no podemos olvidar que hay mucha gente buscando libros a precios más económicos”, concluye Solà.
Casa de Libro factura al año alrededor de 100 millones de euros. El libro digital supone sobre estas ventas menos de un 3%, “en línea con el resto del mercado”. La adopción en España del libro digital está siendo más lenta que en otros mercados, aunque en el último año su crecimiento está siendo considerable. El negocio de e-books representa algo más del 1% del sector editorial en España, y en el último año el número de personas con un dispositivo electrónico de lectura se incrementó en un 129%. La penetración de los nuevos soportes de lectura alcanza el 6,8% de los españoles mayores de 14 años y el 8% de los menores entre 10 y 13 años.
“El potencial de crecimiento es enorme. El retraso de España con respecto a otros mercados se debe a varios factores. El primero tiene que ver con que en este país se lee menos, sea en el formato que sea. También nos afecta la piratería, así como el hecho de que la oferta de libros digitales, aunque crece, todavía es reducida”, reconoce Solà.
En España hay 1,6 millones de referencias de libros en castellano, de las cuales 450.000 son libros vivos. En 2011, la Agencia del ISBN registró un total de 17.843 obras en formato digital, un 28% más que en 2010. Actualmente, la oferta de Casa del Libro es de 66.700 referencias. Las editoriales, por diferentes motivos, todavía no han abierto el grifo para que el escaparate electrónico se desarrolle en su plenitud. “Estamos en contacto permanente con las editoriales para que el número de referencias digitales se aproxime a la oferta en papel. Nosotros no solo vendemos novedades o best sellers, siempre hemos tenido vocación de librería de fondo, somos prescriptores de libros. El número de obras digitalizadas va a seguir creciendo. Las editoriales están haciendo tiradas más bajas, por el coste que supone. Una forma más económica de dar visibilidad a ese fondo de libros es el formato digital”, opina el director de Casadellibro.com.
Los consumidores que dan el paso a la lectura digital reclaman precios más reducidos, dada la naturaleza del formato y la flexibilidad que permite a las editoriales para ahorrar costes. El precio ha sufrido una importante bajada —ya se pueden encontrar obras de diferentes géneros entre 1,49 euros y 4,99 euros—, aunque todavía puede quedar cierto margen de descenso.
“Tener descuentos de hasta un 80% sobre los precios del libro en papel es un gran avance. Detrás de un libro hay un gran trabajo, sobre todo del autor, que hay que entender. Creo que la clave para que los precios sigan bajando está en el IVA. Es una incongruencia que las obras digitales paguen un 21% cuando en el formato tradicional tributan solo el 4%. También, a medida que las referencias digitales crezcan, los precios lo notarán”, dice Solà.
En otros negocios culturales, como la música o el cine, el nivel de piratería es mayor que en el sector editorial. El directivo de la Casa de Libro cree que esto se debe a que los miembros de la industria (autores, editoriales y librerías) “han reaccionado rápido”, al rebajar los precios para “ser más competitivos”.
Casa del Libro tiene 36 librerías en diferentes ciudades españolas, y su página web cuenta con más de 7,5 millones de usuarios únicos al mes. La competencia de nuevos actores en el mundo online como Amazon es vista por Solà, más que como una competencia, un factor dinamizador del negocio editorial. “En el segmento del comercio electrónico todavía falta algo de confianza para que los clientes se lancen a comprar libros. Por eso, la popularización de empresas de prestigio como Amazon u otras que puedan venir es positiva”.
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