Los beneficios de las empresas son los más bajos de la última década
Las provisiones de la banca y la debilidad del negocio doméstico hunden las cuentas
Los números son también literatura. Los eufemismos utilizados por las compañías en los informes de presentación de resultados son directamente proporcionales a la debilidad de las cuentas. Y este año la cantidad de circunloquios bate récords. Si el negocio iba mal, el truco habitual era destacar el beneficio bruto de explotación (Ebitda). Ahora, sin embargo, han surgido conceptos nuevos que hacen difícil saber a la primera si la empresa gana o pierde dinero. “Resultado neto recurrente del negocio continuado” o “beneficio atribuible ajustado” son algunas de las expresiones de nuevo cuño.
La razón de ser de todo este malabarismo lingüístico es que 2012 será el peor año desde que comenzó la crisis para los resultados de las empresas españolas cotizadas. El consenso del mercado sitúa las ganancias conjuntas del ejercicio para los grupos del Ibex 35 en 15.744 millones, la cantidad más baja desde 2002.
Los beneficios regresan al pasado, y lo hacen fundamentalmente por dos razones. La primera es la exposición de los bancos al sector inmobiliario y las fuertes provisiones que han tenido que aplicar para cumplir con las dos modificaciones legislativas aprobadas por el Gobierno del PP para que las entidades pusieran al día el valor de sus activos. El segundo motivo no es nuevo: la gran debilidad del negocio que desarrollan las empresas en suelo español.
Esta semana ha finalizado la temporada de presentación de resultados del tercer trimestre. Entre enero y septiembre las compañías cotizadas facturaron por valor de 410.041 millones de euros, un 7,46% más que en el mismo periodo del año anterior. La resistencia de las ventas a un entorno recesivo, sin embargo, no llegó al capítulo de los beneficios. Las ganancias en nueve meses se quedaron en 12.803 millones, un 59,27% menos que en 2011.
El número de empresas que están en pérdidas hasta septiembre es de 37
“Los resultados han sido malos, aunque hay que tener en cuenta que están muy lastrados por algunos extraordinarios. Las empresas que lo están haciendo mejor son aquellas con exposición internacional y las ligadas a sectores de consumo básico”, resume Soledad Pellón, analista de IG Markets.
El batacazo de los beneficios ha sido mayor entre las empresas del Ibex 35 (ceden un 62,4% hasta septiembre) que en el segmento de medianas y pequeñas compañías (caen solo un 13,98%). Esto se debe fundamentalmente al mayor peso que tiene el sector bancario en el índice selectivo. Bankia, por ejemplo, perdió 7.053 millones de euros, un récord en la historia del sistema financiero español, debido a las dotaciones realizadas para cubrir el deterioro de sus activos.
“Es difícil sacar conclusiones generales por la distorsión de los resultados de los bancos. Lo mejor que se puede decir de las cuentas del tercer trimestre es que no ha habido sorpresas negativas, que es lo que más asusta al mercado. Los profit warnings [alertas de resultados peor de lo esperados] han sido muy pocos”, argumenta Irma Garrido, directora de análisis de Ahorro Corporación.
Llueve sobre mojado en las cuentas. Este año será el segundo consecutivo de caída de los beneficios y el cuarto desde que estalló la crisis en 2007. Eso sí, el impacto de la recesión en las cifras corporativas será mucho más acusado en 2012 que en el resto de ejercicios. Hasta septiembre pasado, 37 empresas del mercado continuo registraron pérdidas. Bankia lideró los números rojos, aunque también es destacable el caso de ACS. La constructora presidida por Florentino Pérez registró pérdidas por valor de 1.003 millones (frente a los beneficios de 739 millones del año anterior) por la reducción de su participación en Iberdrola y el ajuste de valor realizado al resto de su participación en la eléctrica.
Una de cada cuatro compañías ya vende más del 75% en el exterior
En el acumulado de 2012 se ha producido una pequeña revolución en la jerarquía de las grandes empresas españolas. En el capítulo de ventas, ArcelorMittal (con sede en Luxemburgo) es el número uno, con una cifra de negocio de 51.105 millones de euros. Siguen al gigante siderúrgico Telefónica, Repsol, EADS, ACS, Endesa e Iberdrola. En la clasificación por beneficios el primer puesto lo ocupa Telefónica, con unas ganancias en nueve meses de 3.455 millones. Tras la operadora se sitúan, por este orden, Iberdrola, Banco Santander, Repsol, Endesa y BBVA.
La sangría en las cuentas habría sido aún mayor sin el sostén proporcionado por los negocios exteriores de las compañías. El esfuerzo realizado por muchas sociedades españolas por avanzar en su expansión internacional está siendo fundamental para mitigar los efectos en sus cuentas de la recesión de la economía española. Un estudio realizado por Bolsas y Mercados Españoles (BME) con datos del primer semestre de este año indica que la facturación exterior supera el 75% del total de los ingresos en una de cada cuatro empresas españolas cotizadas.
“Las ventas en el exterior adquieren cada vez mayor relevancia y están compensando el estancamiento sufrido por la facturación interior, que se ha visto lastrada por la atonía que presenta la demanda interna con una disminución tanto del consumo público como del privado y un PIB en descenso”, explican los autores de este estudio.
El estallido de la crisis cogió a las compañías españolas muy apalancadas para financiar su expansión en los días de vino y rosas. El grifo del crédito bancario se secó de forma abrupta y, posteriormente, también se cerró la ventana para acceder a la financiación de los mercados de capitales. En este contexto las cotizadas han sufrido en los últimos años un reguero de recortes en sus calificaciones crediticias. Las agencias de rating, con la tendencia de ir a favor del ciclo que las caracteriza, han bajado la nota de muchos grupos por la caída de los flujos de caja con los que deben responder a los compromisos. En paralelo, el empeoramiento en la nota de solvencia de la deuda soberana española (el mercado todavía especula sobre la posibilidad de que caiga a bono basura) mete todavía más presión a la deuda corporativa.
Empresas y analistas siguen siendo muy cautos en sus previsiones
En este contexto, las empresas emprendieron hace ya varios años una carrera por aliviar su nivel de apalancamiento. Muchos grupos han activado políticas de desinversiones. Sin embargo, la deuda financiera neta sigue siendo muy elevada, lo que tiene un impacto directo en los resultados al mantener elevados los gastos financieros. Al cierre del tercer trimestre de este año la deuda financiera neta de las empresas del Ibex había aumentado un 1,19% con respecto a 2011, situándose en 217.744 millones de euros. Esta cantidad, equivalente al 70% de la capitalización del índice, es en cierta medida un blindaje contra cualquier opa hostil, pero es un nivel de apalancamiento de difícil digestión.
La combinación entre unos resultados empresariales menguantes y una deuda considerable tiene como consecuencia la revisión de la política de remuneración a los accionistas. En los últimos meses numerosas compañías han anunciado recortes en sus dividendos. En julio pasado, por ejemplo, Telefónica informó de que suspendía el pago con cargo a los resultados de 2012 y reducía a la mitad la retribución prevista para 2013. Otros casos son el Banco Popular, inmerso en una ampliación de capital clave, que recientemente suspendía el dividendo para lo que queda de curso, o ArcelorMittal, que aprovechaba la presentación de sus resultados (el beneficio cayó un 92%) para comunicar que recortaba en un 73% el dividendo a partir de 2013 para reducir deuda y combatir la difícil coyuntura económica.
Las perspectivas para el año que viene apuntan a una recuperación de los beneficios, motivada en gran medida porque los bancos habrán hecho en 2012 prácticamente todo el ajuste de su exposición inmobiliaria y, por tanto, la comparativa interanual será favorable. Los datos de consenso de mercado recopilados por Bloomberg señalan que las empresas del Ibex 35 ganarán de forma conjunta 37.474 millones, un 137% más de la previsión de beneficios para 2012. A pesar de este repunte, a los resultados empresariales todavía les queda un largo trecho para su normalización. Las ganancias estimadas para el próximo ejercicio, por ejemplo, quedan aún bastante lejos de las obtenidas por los grupos del Ibex en 2006, 2007 (año récord para los beneficios), 2008, 2009 y 2010.
Los dividendos peligran: el flujo de caja se resiente y la deuda no disminuye
“Las compañías se muestran muy cautas a la hora de facilitar perspectivas a corto y medio plazo”, destaca Laura Benito, analista de Banco Sabadell. “Se ha incrementado el porcentaje de grupos reacios a facilitar cualquier tipo de previsión, que se sitúa en el 15%. De las que sí lo hacen, el 18% habla de perspectivas positivas, por debajo del 28% de trimestres anteriores, manteniéndose el porcentaje de las que dan estimaciones negativas en el 12%”, añade esta experta.
La precaución que muestran las compañías es secundada por los analistas que diseccionan sus resultados. El consenso del mercado ha revisado a la baja en un 3,5% sus proyecciones de beneficio por acción del Ibex en el último mes. El sector donde más han empeorado las previsiones de beneficios es el de utilities, debido a la entrada en vigor de la nueva reforma eléctrica.
“El año que viene será otro ejercicio complicado para los resultados empresariales. En el negocio doméstico hay poca visibilidad. La previsión es que el PIB español vuelva a caer. Hay poco margen para la sorpresa si se quieren cumplir los objetivos de déficit”, reflexiona Natalia Aguirre, responsable de análisis de Renta 4. “La esperanza para las cuentas corporativas volverá a estar en el exterior, donde también hay incógnitas por despejar. Los países emergentes han sufrido un bache en su crecimiento, que parece más coyuntural que estructural. En el caso de Estados Unidos, la Reserva Federal mantiene su compromiso de seguir con los estímulos, pero habrá que estar muy atentos a si los partidos políticos llegan a un acuerdo para que no se produzca el llamado abismo fiscal”, añade Aguirre.
Yo pude (de momento) con la crisis
La crisis no afecta a todas las compañías por igual. Hay empresas que desde que comenzaron las turbulencias en 2007 han logrado mejorar su cuenta de resultados. La aportación del negocio internacional, la posición de liderazgo para sostener márgenes o la habilidad para mantener un balance saneado son algunas características comunes de los brotes verdes corporativos. Estos son algunos ejemplos entre los grupos cotizados.
Inditex. El grupo textil es el caso más claro de éxito empresarial. En 2007 la compañía presidida por Amancio Ortega ganó 1.250 millones de euros, y en el ejercicio actual (en su caso acaba en enero) la previsión del mercado es que obtenga un resultado neto de 2.400 millones. Es decir, ha doblado sus ganancias a pesar de la crisis. Inditex ha logrado este hito gracias a su creciente internacionalización —en cinco años las ventas en España han pasado de representar el 39% al 22%— y a una generación de caja y una gestión del balance que le han evitado el vía crucis del apalancamiento. De hecho, la posición de tesorería de Inditex al cierre de su primer semestre era de 3.486 millones.
DIA. El grupo de distribución ha encontrado en la crisis un aliado. Su política de altos descuentos en un contexto de menor renta disponible de las familias le beneficia, pero también su apuesta por el exterior. Está presente en mercados maduros (España, Francia, Portugal), pero también en economías emergentes (Brasil, Argentina, Turquía y China). Su situación financiera es manejable con una ratio de deuda sobre Ebitda de 1,1 veces al septiembre pasado, lo que le permite crecer también vía adquisiciones como la reciente compra de las tiendas de la cadena alemana Schlecker en España y Portugal. En 2008 DIA ganó 82 millones y la previsión es que llegue a los 194 millones en 2013.
OHL. La empresa controlada por Juan Miguel Villar Mir es una de las más diversificadas de su sector, tanto por áreas de negocio como por la distribución geográfica de sus fuentes de ingresos. La actividad de concesiones ha ido ganando peso en detrimento del negocio constructor y ya supone el 81% de su beneficio bruto de explotación (Ebitda). Además, la exposición internacional es cada vez mayor y Brasil aporta ya casi tanto a las ventas totales como España. En los últimos años ha logrado refinanciar parte de su deuda, ha podido emitir bonos y ha llegado a un acuerdo estratégico con Abertis por el que se convierte en socio industrial y accionista de referencia. En 2007 OHL ganó 140 millones y el mercado cree que cerrará 2012 con unas ganancias de 255 millones.
Viscofán. Ser líder mundial en envolturas artificiales para productos cárnicos quizás no tenga mucho glamour, pero es bastante rentable. El grupo navarro ha crecido en ventas y beneficios todos los años desde que estalló la crisis. Los analistas prevén que cierre el ejercicio 2012 con unas ganancias de 107 millones de euros, más del doble que las obtenidas hace cinco años. El 100% de las ventas de Viscofán se realizan en mercados exteriores y su posición financiera es manejable con una deuda neta bancaria de solo 59 millones de euros al cierre del tercer trimestre de este año.
Técnicas Reunidas. Con la excepción de 2010, el grupo de ingeniería ha logrado mejorar su beneficio neto todos los ejercicios desde el año 2004. Al cierre del tercer trimestre de 2012 la cartera de pedidos alcanzaba los 6.182 millones, un 33% más que hace un año. Además, la posición de tesorería es bastante desahogada con una posición de caja neta de 711 millones, una cantidad equivalente al 34% de su capitalización bursátil.
CAF. El fabricante ferroviario vasco podría pinchar este año y registrar la primera caída de su beneficio en mucho tiempo. Sin embargo, es uno de los ejemplos más claros de éxito en el panorama internacional. Desde que comenzó la crisis ha multiplicado por dos su facturación y los ingresos que genera fuera de España ya suponen el 81% del total. Además, la cartera de pedidos (valorada en 4.859 millones) supone una red de seguridad para la cuenta de resultados de CAF.
Miquel y Costas. Pocas empresas pueden presumir de aumentar en un 40% sus ventas y multiplicar casi por tres sus ganancias en el peor lustro económico que se recuerda en medio siglo. Todo esto lo ha conseguido Miquel y Costas con un balance saneado que se refleja en una posición financiera neta de 10,2 millones al cierre del tercer trimestre de 2012. La empresa centenaria catalana está especializada en la fabricación de papeles finos para cigarrillos y el 82% de sus ingresos proceden del mercado exterior.
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