Cura de adelgazamiento en Gamesa
El plan 2013-2015 de la eólica recorta actividad y plantilla para volver a beneficios
“El pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas”. Lo dijo hace años William George Ward y el nuevo equipo directivo de Gamesa, que dirige como presidente y consejero delegado Ignacio Martín, se aplica hoy en llevar adelante el tercero de los estereotipos apuntados por el escritor inglés. La eólica, consciente de que el huracán de la crisis le ha desplazado desde un confortable liderazgo en un sector rentable y en expansión a un escenario hostil (más competidores, menor demanda y sobrecapacidad productiva), ha emprendido un drástico reajuste de sus velas —nuevos planes de negocio, cierre de instalaciones y un millar largo de despidos— para retomar el rumbo y alejar el riesgo de naufragio.
“Es un plan hecho desde el realismo y absolutamente necesario”, señala el primer ejecutivo de Gamesa. El fabricante de aerogeneradores, que acaba de revelar unas pérdidas de 67 millones de euros en los nueve primeros meses, frente a ganancias de 30 millones en igual periodo de 2011, ha diseñado un plan estratégico 2013-2015 con el que pretende retornar a los beneficios a partir del próximo 2013. Según Martín, el grupo, aparte de afrontar “un entorno complejo y adverso”, debe “acometer acciones, nuevas estrategias y modelos de gestión en todos los ámbitos, corrigiendo debilidades estructurales y adaptándose a los cambios del sector”. Tiene que prepararse para salir reforzado de la crisis, agrega.
El objetivo, dice Martín, es redimensionar la compañía para “generar músculo” y es además una apuesta “por un modelo de organización y de actividades” que permitan a Gamesa seguir entre los líderes del sector. Va más allá del ajuste en el que está inmersa la eólica desde hace dos años. De hecho, tiene vigentes expedientes temporales de regulación de empleo, previos al plan 2013-2015, y sus pérdidas hasta 30 de septiembre se han debido, dice el grupo, al entorno y a gastos de restructuración (18 millones).
No es solo ajuste, aunque lo hay y relevante en el plan trienal. Prevé ajustes de producción y un recorte de 1.800 empleos de aquí hasta el primer trimestre de 2013, en Europa, China y EE UU, que supone un 20% de su plantilla total (casi un 11% en España). El martes presentó un expediente que puede suponer el despido de hasta 480 de sus empleados directos en España, aunque el recorte total, contando agencias, podría ascender a 845. Previamente, y desde diciembre, han dejado el grupo unas ochocientas personas.
La eólica pretende reducir 100 millones sus gastos fijos y recortar su deuda
Los sindicatos han recibido casi como una declaración de guerra el nuevo ERE, CC OO prepara movilizaciones y asegura que la supresión de empleo en Gamesa responde a “las políticas de recorte del Gobierno” y “al freno en el desarrollo de las energías renovables”, y advierte de que el ajuste “perjudica también a los centros de I+D, lo que hipotecará el futuro de la empresa” en España.
No lo cree así el presidente de la eólica. Para Martín, con el nuevo plan y el redimensionamiento de Gamesa, “España sale reforzada y se consolida como centro de conocimiento del grupo, a la vez que constituye junto a China el hub industrial global de producción y suministro del conjunto del grupo”. “Desde aquí abastecemos Europa y el norte de África”, explica el directivo, “y confíamos en que el desarrollo de estos dos mercados nos permita mantener la infraestructura industrial en España. La demanda lo dirá”. “Nos mantendremos además”, agrega, “en mercados donde la presencia local se hace imprescindible para poder operar con éxito, como son India, Brasil y EE UU”.
La apreciada baza del Ibex
En vísperas de la revisión de los valores que componen el selectivo bursátil Ibex 35, Gamesa ha suscrito un contrato de liquidez con Santander Investment Bolsa para la gestión de su cartera. Una especie de seguro con el que la eólica busca cumplir con las nuevas exigencias para permanecer y poder seguir cotizando en tan apreciado índice. El presidente y consejero delegado de la eólica recuerda, en este asunto, que “desde hace más de una década, Gamesa aporta al selectivo su perfil industrial y tecnológico y una diversificación en sectores de futuro”. “Representamos”, agrega, “un modelo industrial basado en la internacionalización (más del 90% de nuestras ventas provienen de fuera de España y muchos de nuestros accionistas son extranjeros), la innovación y la sostenibilidad: somos el segundo tecnólogo y fabricante europeo y estamos en los principales índices de inversión socialmente responsable en el mundo. En definitiva, somos un buen representante de la marca España”.
El plan de Gamesa se articula en cuatro ejes. El primero, la recuperación y el mantenimiento de la rentabilidad, gira en torno a una reducción de costes fijos y variables (dimensión de estructura y estrategia industrial y de compras) sin perder flexibilidad para seguir creciendo. El segundo, el fortalecimiento del balance, pasa por reducir la deuda y por un mayor control del capital circulante y de la inversión con el apoyo de un nuevo modelo de gestión en la promoción y venta de parques, que permita seguir desarrollando tal actividad sin consumir financiación propia. Centrarse en mercados clave y segmentos de crecimiento como los servicios de operación y mantenimiento constituye el tercer eje. Y el cuarto se centra en la capacidad de responder a la demanda y de propiciar soluciones tecnológicas competitivas en cuanto a coste de la energía.
Respecto a los dos primeros, Martín dice que Gamesa “debe realizar un intenso trabajo interno, que le permita operar con rentabilidad en la parte baja del ciclo y aprovechar, una vez hechos los deberes, las oportunidades que ofrezca un mercado recuperado y jugar un papel activo en futuros procesos de consolidación”.
Sobre el propósito de reducir costes, analistas de Renta 4 recuerdan que Gamesa está dimensionada para producir 4.000 megavatios al año, un nivel excesivo en un mercado en el que se calcula que hay una sobrecapacidad mundial del 76%. La eólica pretende reducir sus gastos fijos en 100 millones (hasta 286 millones en 2015) mediante despidos, cierre del 35% de sus centros y recorte de otros gastos. Además, busca optimizar los costes variables.
Gamesa confía en que las ventas de su negocio principal de aerogeneradores se sitúen en 2013 entre los 1.800 y los 2.000 megavatios, frente a los 2.000 que prevé para 2012. No espera un crecimiento significativo hasta 2015, con ventas de 2.200 a 2.400 MW.
En materia de rentabilidad, Gamesa espera un margen de Ebit (gastos de reestructuración excluidos) de entre el 3% y el 5% en 2013 frente al punto de equilibrio esperado en 2012, con una mejoría hasta una horquilla de entre el 8% y el 10% en 2015.
Otro pilar de la nueva estrategia es la reducción de su deuda neta. La escalada del nivel de deuda hasta 30 de septiembre ha sido temporal, dicen en la compañía, y atribuible a la fuerte actividad en el negocio de parques eólicos y a los compromisos de entrega adquiridos por Gamesa para el cuarto trimestre que requieren una inversión temporal en capital circulante. Esta inversión, precisan, ha conducido a una deuda financiera neta del grupo de 1.185 millones de euros (985 millones son deuda con recurso). “Esta situación se revertirá en el actual cuarto trimestre”, aseguran, “con la entrega de cerca de 600 megavarios”.
En el nuevo plan de negocio se fija como objetivo un apalancamiento de dos veces el Ebitda en 2015, desde 2,5 veces en 2012, año que esperan cerrar con una deuda de 250 millones gracias a la citada entrega de parques.
Analistas de Banco Sabadell creen que los objetivos que se marca el plan de Gamesa para 2013 son “claros” y que si los recortes de costes fijos se cumplen la meta resulta razonable.
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