Dimite el consejero delegado de Citigroup por la presión de los inversores

Wall Street llevaba tiempo pidiendo la salida de Vikram Pandit al frente de Citigroup. Un día después de presentar resultados trimestrales que superaron las expectativas, la entidad procedió a designar su relevo como consejero delegado con efecto inmediato. Se trata de Michael Corbat, responsable del negocio del conglomerado financiero en Europa, Oriente Medio y África. John Havens también deja su puesto de presidente y director de operaciones.

El cambio en la cúpula de Citigroup, aunque solicitado, cogió por sorpresa a los actores del sector financiero y eso provocó que las acciones cayeran casi un 3% después del anuncio. Pandit también deja su puesto en el consejo de la entidad. Corbat no es un desconocido. Se le reconoce la labor que hizo de estabilización del negocio en Europa. También gestionó América Latina y Citi Holdings, considerado como el bando malo.

Citigroup presentó ayer un beneficio trimestral neto de 468 millones de dólares. Es un 88% menos que hace un año

Michael O'Neill, presidente del consejo de administración de Citigroup, hace entender que fue una decisión del propio Vikram Pandit, que asumió las riendas del grupo al inicio de la crisis financiera y tuvo que someterla a una drástica reestructuración. Sin embargo, eran conocidas las diferencias que el ejecutivo tenía con la directiva sobre la estrategia a seguir. Citi fue una de las principales entidades que se benefició del fondo de rescate bancario en EE UU, con una inyección que llegó a los 45.000 millones de dólares.

Fruto de su dimisión sorpresa, en el parqué trataban de encontrar motivos que justificaran una decisión personal que cogió con el pie cambiado también en el seno del banco. El descontento entre los accionistas con el rendimiento bursátil de la compañía era evidente desde hace tiempo, y eso ejerció presión en la ejecutiva. Las acciones de Citigroup se pagan un 90% menos que en 2007, y eso a pesar de que se revalorizaron un 30% en el último año. Además, causó revuelo el último paquete de remuneraciones a sus directivos, que fue vetado en la pasada junta de accionistas.

Con este cambio en la ejecutiva, Citigroup abre un nuevo capítulo en sus 200 años de historia. Corbat tiene experiencia operativa. Lleva tres décadas trabajando para el grupo financiero, por lo que conoce bien la estructura del banco y la industria de los servicios financieros. Durante la crisis, participó en el proceso de desinversiones que permitió a Citi ir dotándose de liquidez para devolver las deudas y apuntalar su balance.

Pandit se limita a decir en un comunicado que deja el banco en “buenas manos”. Citigroup presentó ayer un beneficio trimestral neto de 468 millones de dólares. Es un 88% menos que hace un año, pero se debió a las cargas extraordinarias por las venta de su participación en Smith Barney. Descontando la depreciación de este activo, el beneficio subió un 27%, a 3.268 millones.

Los ingresos del conglomerado financiero neoyorquino, uno de los más castigados durante la crisis financiera, ascendieron a 13.951 millones, lo que representa una caída del 33%. Sin las cargas se elevaron a 19.411 millones. Como en el caso de JP Morgan Chase y Wells Fargo, habla de “un incremento de los préstamos”. Y todo sucede mientras reduce el impacto de los activos que puso a parte en Citi Holding, que ahora representa un 9%.