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¿Quién pagará la factura? Los de siempre

La suma por socorrer a los bancos que será casi imposible de recuperar alcanza ya los 21.000 millones de euros

Íñigo de Barrón
Manifestantes en la plaza de Neptuno de Madrid
Manifestantes en la plaza de Neptuno de Madrid Juan Carlos Hidalgo (EFE)

El que paga tiene derecho a saber quien se lleva su dinero y por qué lo hace. Los ciudadanos ven cómo el Estado recorta en sanidad, educación y prestaciones públicas, mientras socorre a los bancos, lo que provoca una indignación difícil de contener. Y la confusión que existe todavía enerva más.

El viernes pasado, el Gobierno dijo que pedirá a Europa 40.000 millones para el último rescate. Pero ese no es el primer dinero que se destina a la banca. La prueba es que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha admitido que el Estado tiene un déficit de 16.660 millones por las facturas pagadas en el pasado a las entidades. No obstante, ha dicho que es un dinero “que se va a devolver”.

Los ciudadanos ven cómo el Estado recorta en sanidad, educación y prestaciones públicas, mientras socorre a los bancos

Aquí empiezan las dudas. A estas alturas de la crisis todavía es muy difícil saber cuánto va a perder el Estado (los ciudadanos) para evitar la quiebra de la banca. Pero será mucho dinero, muchísimo. Hasta ahora, el capital que se ha inyectado en Unnim y en Banca Cívica, unos 2.000 millones, se han perdido. Los 1.375 millones que tiene, como máximo, Caja España, se dan por perdidos si Unicaja cierra la compra de la entidad castellana. A la factura se suman los 1.000 millones que ya tiene el Banco de Valencia, quizá la primera entidad que se trocee y se venda, en parte para dar un escarmiento. Estos muertos suman 4.350 millones.

Otros dineros perdidos: los 400 millones por Cajasur (en manos de la BBK) y los 5.250 millones de la CAM, comprada por el Sabadell. Hasta ahora sumamos la redonda cifra de 10.000 millones.

Pero hay más: el propio Estado ha admitido que el FROB, el fondo de rescate, ha perdido 11.000 millones entre 2010 y 2011 por Bankia, Novagalicia Banco y CatalunyaCaxia, así que la suma alcanza los 21.000 millones de casi imposible recuperación. Por no decir, totalmente imposible. Del total, 5.000 millones pertenecían al Fondo de Garantía de Depósitos de la banca. Todas las comunidades autónomas han recortado 13.000 millones en Sanidad y Educación, por ejemplo. Y 21.000 millones es todo lo que se recauda por impuestos indirectos en España. Otra referencia.

¿Dónde está el límite?

¿Es esto todo? No se sabe, pero parece muy difícil que no haya más pérdidas. Bankia, CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valencia necesitan 46.206 millones de capital, según las pruebas de Oliver Wyman, cerradas el viernes. Cuando se vendan ¿cuánto se cobrará por ellos? ¿El 50%? No se puede decir todavía. Esta es la función de los nuevos gestores, revalorizar las entidades. Como dice un experto, cuando se recapitaliza un banco, se cubren las pérdidas pasadas, pero no siempre significa que la entidad vale todo lo que se pone.

Y ahí llega la pregunta: ¿por qué no dejarlo quebrar, como se hizo con Lehman Brothers? La teoría dice que llega el pánico bancario, se colapsa el sistema de pagos y la gente acudiría a buscar su dinero en los bancos. Un dinero que no está porque se ha prestado, invertido, etc.

Hay una referencia cierta: en 1993 y 1994, en la crisis de Banesto, se perdió el 30% de lo que inyectó, unos 1.000 millones de euros. La diferencia es que ahora la economía no se recupera, como entonces, y la crisis bancaria es sistémica, no de una entidad.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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