Unicaja negocia con la troika si mantiene la fusión con Caja España
Las entidades presionan hasta última hora para reducir la necesidad de capital
Las entidades financieras mantuvieron reuniones hasta este jueves por la tarde con las autoridades para intentar reducir las necesidades de capital. Los bancos que esperan tener déficit de capital tras las pruebas de la consultora Oliver Wyman son conscientes de lo difícil que será conseguir dinero en los mercados por lo que toda rebaja es considerada un éxito. Este es el caso del Banco Popular, que necesitará una cifra elevada de capital, lo que le obligará a vender activos antes de diciembre si quiere evitar que el Estado entre en su capital. Santander, BBVA, La Caixa, Kutxabank, Sabadell y Bankinter son las entidades que no necesitarán capital, según fuentes del mercado. Este paso es una exigencia del Memorándum Entendimiento (MOU) para recibir el rescate bancario.
Otros ejecutivos financieros mantuvieron el jueves contactos con representantes del comité estratégico, donde dominan los miembros de la troika, ya que está formado por el Banco de España, el Ministerio de Economía, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y la Autoridad Bancaria Europea. El objetivo de la cita es intentar salvar sus proyectos de fusión. Es el caso de Unicaja, que tiene planes avanzados para absorber Caja España-Caja Duero, pero que se cuestiona su continuidad.
Braulio Medel, presidente de Unicaja, pretende que las pruebas de Oliver Wyman (que se conocerán este viernes por la tarde), no castiguen la operación. El tratamiento de los créditos fiscales (descuento actual de los impuestos que se deben pagar a lo largo de varios años) es una pieza clave porque evitarían pedir muchos millones de capital. En las entidades nacionalizadas los responsables de la consultora norteamericana no han aceptado los créditos fiscales, incluso aunque tuvieran planes de negocio con beneficios. En los resultados finales se verán por separado las necesidades de Unicaja, las de Caja España y las de la fusión de ambas.
La clave para la fusión será el tratamiento de los créditos fiscales
El futuro de Caja España es una cuestión de gran relevancia porque si Unicaja no se queda con ella, la entidad será nacionalizada. Luego, ya en el grupo 2 de las pruebas, será liquidada o vendida. Caja España-Duero es una entidad mediana, con 45.000 millones en activos, mayor que Unicaja, que tiene 35.000 millones. Sin embargo, la enorme morosidad y el deterioro de los activos de la caja castellano leonesa provocan que sea Unicaja la entidad que mande en la fusión.
El acuerdo de fusión, de marzo pasado, incluyó 850 millones de nuevas ayudas del Estado. Además, Caja España Duero ya contaba en su balance con otra inyección pública de 525 millones del fondo de rescate por lo que el proyecto acumula 1.375 millones del Estado. Unicaja ya ha roto proyectos de fusión con CCM y con Cajasur, que estaban casi cerrados.
La caja, con 1.375 millones del Estado, será nacionalizada si no hay acuerdo
Otro proyecto que está en el aire es la unión de Liberbank e Ibercaja, a su vez en proceso de fusión con Caja 3. La cuestión es la misma: si unidos necesitan mucho capital, podrían buscar otras alternativas más fáciles. Ante esta situación, Liberbank ha retrasado un mes la junta general de accionistas prevista para el sábado próximo. También se especula con que Ibercaja quiere cambiar el reparto de poder de fusión y tener más capacidad de decisión.
Incluso, algunas fuentes apuntan una operación entre Ibercaja y Unicaja, dos entidades sanas y con pocos solapamientos.
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