Excontroladores de la CAM dicen que nadie les pidió conocimientos específicos

Mataix y Serrano han abierto la ronda de comparecencia de la comisión de investigación de Les Corts sobre la intervención de Caja Mediterráneo por parte del Banco de España, que ha retomado sus trabajos con el inicio del nuevo periodo de sesiones.

La primera de ellos ha afirmado que siempre confió en la información que le facilitaron los responsables de la caja de ahorros porque siempre venía avalada por informes de auditores internos y externos, así como por técnicos de la entidad.

Mataix, que reside en Zaragoza y fue nombrada vocal de la comisión de control de la CAM en febrero de 2010, ha insistido en que nunca se percató de lo que estaba sucediendo, aunque parezca "imposible o increíble que nadie se diera cuenta".

"He vivido situaciones de absoluta normalidad y normalizacion, todo ha venido avalado por un informe", ha declarado, para incidir en todo momento en que siempre "creía" en la CAM, como lo demuestra el hecho de que adquirió cuotas participativas.

Ha reconocido que hasta ese momento "nunca había oído hablar de una comisión de control", así como que carecía de "conocimientos financieros a este nivel", aunque como le dijeron que siempre actuaría "asistida" por letrados, auditores y técnicos, creyó que "lo podía llevar a cabo".

La CAM, ha precisado, era en ese momento "la cuarta caja de España" y tenía "más de cien empresas participadas".

Eso "era muy grande para mí", ha reconocido Mataix, quien ha explicado que en este contexto "no podía hacer otra cosa que confiar" porque era su caja y tenía allí sus ahorros.

La vocal ha asegurado que las reuniones de la comisión eran muy activas y sus miembros preguntaban y debatían muchas cuestiones, pero que no están en las actas, porque nadie dijo "la palabra mágica", que era "que conste en acta".

Por su parte, Raúl Serrano ha asegurado que informó a los responsables de la entidad de que no tenía la formación necesaria para fiscalizar la labor de la caja, a lo que le respondieron que "no era necesario tener conocimientos" específicos, porque "todo estaba bien controlado".

Serrano, que formó parte de la comisión de control desde febrero de 2010 hasta que dimitió en marzo de este año, ha asegurado que le insistieron para que formara parte de la comisión y que nunca vio "nada raro" en las cuestiones que fiscalizaron.

El exmiembro de la comisión de control ha afirmado que siempre lo vio todo "dentro de la normalidad" y que tenía la percepción de que se seguían "unos controles", por lo que le sorprendió la intervención del Banco de España.

Serrano ha explicado que por su labor percibió alrededor de 20.000 euros, que invirtió en cuotas participativas, una modalidad a la que también dedicó otros 80.000 euros, que ahora "no valen nada".

Dijo también que cuando acudió a alguna reunión fuera de Alicante, lo hizo en su vehículo y no pasó ningún "cargo a caja".