El Año de Brasil en Portugal arranca con una muestra de su mejor diseño

Las dos muestras, "Design Brasileiro - Mobiliário Moderno e Contemporaneo" y "PQ'11: Personagens e Fronteiras: Território Cenográfico Brasileiro", comparten el espacio que el MUDE (Museo del Diseño y de la Moda) de Lisboa reserva a Brasil hasta el 4 de noviembre.

Son una invitación al visitante para que recorra dos mundos de contraste.

Hay patas de muebles, como la "mecedora Austria" de Carlos Motta, que se hunden en el silencio y en arena de playa, un elemento de la identidad brasileña que identifica la procedencia de la inspiración.

Justo a su lado, estalla el alboroto de las bandas musicales y el llamativo rosa de una estructura de tablones donde se exponen vídeos, fotografías, figurines y "atrezzo" de grupos teatrales.

Esa disparidad entre expresiones artísticas nutre la mirada común a la producción de los diseñadores brasileños que ofrecen las dos muestras, explica a Efe Aby Cohen, comisaria de "Território Cenográfico Brasileiro", junto a Ronald Teixeira.

"La representación de Brasil es la representación de la mezcla", sentencia.

Esta mixtura también es "lo que aproxima al país a otras culturas con las que tiene relación o influencia" como la portuguesa.

La muestra es una actualización de la que se exhibió en la décimo segunda Cuadrienal de Praga en 2011, el mayor evento mundial dedicado a la escenografía, donde Brasil ganó la Triga de Oro, máximo reconocimiento del certamen.

Una selección de obras en las que se funden las puestas en escena tradicionales con "la ruptura de las reglas del espacio convencional", como sucede en Río de Janeiro o en Sao Paulo con representaciones en la calle que son evocadas en la muestra.

Este "tránsito de los artistas" de unos espacios a otros que permite un diálogo entre galería, teatro y calle es para Cohen lo más destacado en la experimentación de las artes escénicas de su país.

También conversan dos naciones, con diferentes visiones, en "Design Brasileiro - Mobiliário Moderno e Contemporaneo".

Por un lado el Brasil de las piezas modernas, ideadas a partir de los años cuarenta y durante la dictadura (1964-1985).

Por otro el país de las creaciones contemporáneas surgidas de hitos como la exposición "Los incómodos" (1989), de los hermanos Campana.

Para el diseñador Zanini de Zanine, comisario de esta exposición junto a Raul Schmidt, esos trabajos se definen con dos adjetivos: "informalidad y calidez", a la vez que se distingue "por la pluralidad de materiales y propuestas".

Una variedad que se puede observar en la "Silla africana" de Rodrigo Almeida, formada por cuerdas de colores que se enfrentan a las "Estanterías de pájaros", suspendidas y realizadas en madera, que Zanine aporta a la muestra.

Son objetos que se mueven entre la condición de mueble, con un fin específico como sentarse o escribir, y la obra de arte, diseñada para ser observada, según explica Schmidt.

Para Schmidt, la pujanza económica de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) es, junto a la calidad de las propuestas, una de las claves que ha permitido al diseño brasileño llegar a colecciones particulares y museos de Nueva York, como el MoMa, o Berlín, donde ya fue exhibida esta exposición.

El Año de Brasil en Portugal repasa, hasta el 13 de junio de 2013, una amplia muestra de la cultura de la nación suramericana, desde sus representaciones más clásicas a lo más actual, y a través del cine, la música, las artes plásticas y la gastronomía.

La iniciativa se complementa con la celebración simultánea de un Año de Portugal en Brasil con actividades paralelas sobre la cultura lusa.