Bruselas admite que es posible destinar parte del rescate a la banca a otros fines
España tendría que presentar una solicitud al Eurogrupo una vez que se conozca lo que sobra de los 100.000 millones disponibles para la banca
La petición de ayuda a Europa podrá ser “poliédrica”, avisó el pasado fin de semana desde Chipre el ministro de Economía, Luis de Guindos. Los planes del Gobierno que se van conociendo confirman esta hipótesis. España, como adelantó este jueves EL PAÍS, pretende usar para otros fines el dinero sobrante de los 100.000 millones en principio destinados a la banca. La idea es no tener que pedir así más fondos con los que solucionar las tensiones del mercado de la deuda. Bruselas ni confirma ni desmiente esta estrategia, pero admite que existe la posibilidad “técnica” de llevar a cabo esos planes. Mientras, en Berlín prefieren esperar a conocer todos los detalles para pronunciarse. El Gobierno de Angela Merkel, que en otras ocasiones ha rechazado de plano dar algún tipo de facilidad a España, parece dispuesto a estudiar la propuesta.
“El Eurogrupo dijo que el crédito de hasta 100.000 millones estaba destinado a recapitalizar y reestructurar el sector financiero español”. Esta es la respuesta oficial que dio este jueves el portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Simon O'Connor. Pero en la Comisión, que hace dos meses negaban categóricamente esta posibilidad, abren la puerta ahora a unos planes que tratan de que el Banco Central Europeo (BCE) active la compra de deuda sin que España tenga que pedir más dinero prestado.
“Si finalmente sobran fondos, será la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF) y los Gobiernos de la Eurozona los que decidirán qué hacer con ese remanente”, señalan fuentes comunitarias. Añaden, además, que en cualquier caso haría falta un nuevo memorando, el contrato entre el país que solicita asistencia financiera y sus acreedores, o un añadido al existente. Si finalmente se confirman estos planes, España debería presentar una solicitud al Eurogrupo, el organismo que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona, y negociar con la Comisión, el BCE y el Fondo Monetario Internacional cualquier modificación de memorando.
“Será más fácil que el Eurogrupo acceda a los nuevos planes de España, porque los Gobiernos podrían vender ante sus electorados la idea de que no están dando fondos nuevos, sino haciendo tan solo cambios en los préstamos ya concedidos”, señalan fuentes del Consejo. Pero estas fuentes advierten al Gobierno de que con este atajo no escapará de aquello que más teme: la imposición de nuevos ajustes. “Habrá condiciones. Eso es ineludible. Aunque pueden ser más laxas que en otras circunstancias”, añaden estas fuentes, que apuntan que las capitales europeas están deseando que España aclare cuanto antes qué va a hacer.
La Comisión considera que es muy pronto para saber si finalmente sobrará dinero del primer rescate. Habrá que esperar a que a finales de mes se conozcan los resultados de las pruebas de resistencia hechas a las entidades financieras para conocer sus necesidades de capital. Pero al mismo tiempo, Bruselas no desmiente que España haya planteado la posibilidad de usar el dinero sobrante para un destino que no sea el sector financiero español. “Tenemos muchos contactos. No vamos a entrar en detalles de lo que se dice en las reuniones a muy distintos niveles”, afirmó O'Connor.
El Bundestag, la Cámara baja del Parlamento alemán, aprobó el pasado 19 de julio el memorando de entendimiento y un acuerdo entre el FEEF y España que permitía comprar deuda pública con los 100.000 millones de la ayuda europea siempre que se hiciera una petición previa al Eurogrupo.
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