La banca eleva su dependencia al crédito del BCE por la desconfianza sobre España

La dependencia de la banca al crédito del Banco Central Europeo (BCE) volvió a aumentar en agosto ante las dificultades que tiene para acceder a los mercados tradicionales de financiación, cerrojazo provocado por la desconfianza en España y las dudas que despierta el sector financiero en el exterior. Según los datos que ha publicado este viernes el Banco de España y que corresponden a medias mensuales, las entidades tenían pendiente de devolver al instituto emisor 388.736 millones de euros, una cifra desconocida en los 13 años de divisa europea.

El saldo vivo de la banca española con el BCE equivale al 44% del total del crédito que el organismo presidido por Mario Draghi tiene prestado a las entidades del conjunto del Eurosistema en términos netos. No obstante, este dato está condicionado por la cantidad de dinero que las mismas entidades guardan en las arcas del BCE, fondos que no acaban de regresar al mercado pese a que la institución ya no remunera estos depósitos.

En concreto, los bancos españoles han solicitado a la ventanilla de liquidez del BCE 74.115 millones a devolver a corto plazo, que es todo aquello que está por debajo de los siete días de plazo. Esta cifra supone más de la mitad de lo prestado al conjunto del Eurosistema. Además, desde España también se han solicitado otros 337.539 millones a largo, cuando el total es de 1,07 billones, lo que arroja una participación en el crédito a largo plazo del 32% del total.

Frente a estas cantidades, el sistema financiero español tiene depositado en la institución 22.918 millones mientras los fondos aparcados desde el conjunto de la eurozona ascienden a 323.633 millones. La cifra de agosto se queda muy lejos de los cerca de 780.000 millones de marzo, antes de que el BCE decidiría suprimir el interés del 0,25% que pagaba por este dinero con vistas a incentivar a las entidades a poner su liquidez en circulación.

El resumen de esta ensalada de letras es que la banca española encuentra muy difícil financiarse si no es en la ventanilla del BCE. De hecho, el dinero que ha pedido al instituto emisor ha venido aumentando de forma consecutiva durante los últimos once meses al calor del incremento de las dudas sobre el sistema financiero que, al final y tras la nacionalización de Bankia, han llevado al Gobierno a solicitar un rescate de hasta 100.000 millones de euros para sanear al sector.

No obstante, en las últimas jornadas han aparecido algunos signos positivos tras el regreso al mercado de algunas grandes empresas españolas que han aprovechado la tregua en los mercados motivada por el BCE. El anuncio de Draghi de que tiene un plan para garantizar la financiación de España, el punto clave que permite pensar en que la crisis no irá a peor, se ha traducido en una importante mejora de la prima exigida al Estado por los inversores por comprar bonos del Tesoro, lo que al final también se nota en la factura que deben pagar los bancos y el resto de grandes sociedades.

Así, tanto Santander como BBVA, Banesto y Sabadell han vuelto a emitir deuda desde finales de agosto tras muchos meses fuera del mercado. En cualquier caso, habrá que esperar a los datos de septiembre para confirmar este cambio de tendencia.