Brasil retoma el proyecto de un tren de alta velocidad y prevé la licitación en mayo
La Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT) publicó en su portal los detalles del concurso, que tendrá una fase previa de consultas a la población para hacer "sugerencias" sobre el proyecto hasta el próximo 24 de septiembre.
Según fuentes de la ANTT, las empresas interesadas, nacionales o extranjeras, tendrán de plazo para presentar sus ofertas hasta el 30 de abril del año próximo y la licitación será fijada para el día 29 de mayo.
En una primera etapa del concurso se escogerá a la empresa o consorcio que fabricará los trenes, con la obligación de transferencia de tecnología, y que además se ocupará de gestionar el funcionamiento del sistema.
Posteriormente, se elegirá a los responsables de la construcción de las vías, las estaciones y el resto de la infraestructura necesaria para el funcionamiento del tren, agregó la ANTT, que ha calculado el coste total de la obra en 33.000 millones de reales (unos 13.200 millones de euros).
El proyecto se arrastra desde hace casi cuatro años y formaba parte de los preparativos para el Mundial de fútbol de 2014, que se celebrará en Brasil.
Sin embargo, tres licitaciones anteriores fueron declaradas desiertas debido a que las empresas interesadas rechazaron ciertas exigencias del Gobierno brasileño, como el establecimiento de unos precios considerados bajos para los pasajes.
El último intento se realizó en julio del año pasado, cuando por tercera vez el concurso fue declarado desierto.
Hasta ahora, empresas de España, Corea del Sur, Francia, Japón y Alemania han mostrado interés en el proyecto, que plantea construir una línea de alta velocidad de 510 kilómetros entre las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo, de donde saldría un segundo tramo de 97 kilómetros hasta la vecina Campinas.
En los últimos meses, autoridades españolas han reiterado al Gobierno brasileño su decisión de promover la participación en el concurso de empresas con vasta experiencia en trenes de alta velocidad, como Ineco y Renfe.
El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff ha propuesto que el 60 por ciento de la obra sea financiado con créditos de la banca pública brasileña, lo que ya ha recibido el necesario aval del Congreso.
Según los cálculos de las autoridades, el que sería el primer tren de alta velocidad de América Latina transportaría a unos 33 millones de personas en su primer año de operaciones y esa cifra podría llegar a 100 millones en 2030.
El proyecto ha sido considerado complejo por muchos expertos, ya que implicará la construcción de 90,9 kilómetros de túneles y de otros 107,8 kilómetros de puentes y viaductos para salvar los ríos y desniveles del relieve que presentan dos sierras que separan Sao Paulo de Río de Janeiro.
La reactivación del proyecto se anunció una semana después de la presentación de un ambicioso plan de concesiones al sector privado por valor de 133.000 millones de reales (más de 52.000 millones de euros), con el que el Gobierno pretende mejorar la infraestructura del país e incentivar la actividad económica.
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