El fondo de garantía entra en pérdidas y obliga a la banca a aportar 2.346 millones
El FGD sufre unos números rojos de 8.564 millones y un agujero patrimonial de 2.000 millones La aportación de 6.383 millones a la CAM y de 2.250 millones al FROB explican el desfase
El Fondo de Garantía de Depósitos ha cerrado 2011 con unos números rojos de 8.564 millones de euros tras sufragar las pérdidas de la CAM y el propio FROB. El agujero de 2.025 millones que ha provocado en sus cuentas estos desembolsos han obligado al fondo, que está sufragado por todos los bancos y cajas que operan en España, a imponer una derrama de 2.346 millones para restaurar su situación patrimonial, según ha aprobado la comisión gestora del fondo.
La inyección de capital se distribuirá según la base de cálculo de las aportaciones de las entidades a cierre de 2011, que básicamente corresponde al tamaño de las mismas. Los bancos y cajas tendrán que abonar los fondos mediante diez cuotas anuales iguales. Además, estos desembolsos amenazan con complicar aun más la situación de las entidades, que ya deben hacer frente al endurecimiento de provisiones ordenadas por el Gobierno a través de los dos decretos del ministro Guindos.
El fondo, que tras la decisión del anterior Gobierno ha integrado los recursos de bancos y cajas, destinó 6.383 millones para recapitalizar la CAM y otros 2.250 millones para sufragar las pérdidas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, organismo en el que participa. Este fondo estatal también cerró 2011 con 10.500 millones en números rojos por el coste de la recapitalización del sector financiero español.
Además, con vistas al futuro, deberá aportar otros 953 tras comprometerse a sufragar el 80% de las pérdidas no cubiertas en la cartera crediticia de Unnim, que ahora está en proceso de integrarse en BBVA.
El fondo de garantía de depósitos nació con el objetivo de ser una hucha que las propias entidades sufragan para hacer frente a casos de impago, aunque ahora también se está usando para sufragar la restructuración del sistema financiero por imposición del anterior Gobierno. No obstante, la decisión del actual Ejecutivo de pedir el rescate de sus socios europeos con un crédito de hasta 100.000 millones para sanear al sector ha cambiado el paso de la reforma.
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