Las cajas tendrán un “plazo largo” para dejar de controlar sus bancos filiales
El sector cree que el memorando de la UE tendrá drásticas consecuencias para el sector
Este miércoles ha sido un día ajetreado para los ejecutivos financieros. Los responsables de entidades dedicaron buena parte de la jornada a descifrar el documento de los ministros de la Eurozona. Buena parte de ellos coincidieron en que el memorando tiene gran trascendencia para el sector, sobre todo para las entidades procedentes de cajas de ahorros, a las que impone más disciplina de mercado, de liquidez y de capital. “Estas condiciones cambiarán la forma de hacer banca que han tenido las cajas hasta ahora”, dice Ángel Bergés, de AFI.
Entre las medidas que exige Europa está que se debe “reforzar” la estructura de gobierno de las antiguas cajas de ahorros y de sus bancos filiales. Para ello, pide a las autoridades españolas que preparen para finales de noviembre 2012 una legislación que “aclare el papel de las cajas en su calidad de accionistas de las entidades de crédito” hasta que se queden con participaciones “de no control” de sus filiales bancarias.
Esta medida afectaría a todas las antiguas cajas porque traspasaron su negocio financiero a bancos, tal y como les exigió la ley. Es la medida que más rechazo ha provocado en el sector. Quizá por eso, el Gobierno ha aclarado que “tendrán largos plazos de tiempo para reducir sus actuales participaciones”.
El informe no aclara qué porcentaje de capital es una “participación de control”. El Santander o el BBVA están controlados con pequeños porcentajes de acciones. El sector considera casi imposible poner ahora en venta participaciones bancarias a precios razonables y algunos ven detrás de esta norma una vía para que los bancos se queden con el negocio financiero de las cajas.
Los expertos creen que habrá polémica con el cobro de la deuda subordinada
Fuentes de la Confederación de Cajas (CECA) comentaron: “A nadie se le puede exigir que venda una empresa propia. Va en contra del derecho de propiedad y la libertad de empresa”. También recordaron que, por ejemplo, Novagalicia lleva un año buscando inversores y no ha conseguido encontrarlos.
Otro de los puntos más conflictivos es la obligación de salir a Bolsa por parte de las entidades que reciban dinero público. El Gobierno también aclara que “la exigencia está planteada a muy largo plazo” por lo que no tendrán que cambiar de estrategia, por el momento. En el sector no se olvidan los recientes fracasos de la cotización de Bankia y de Banca Cívica, con gran perjuicio para los accionistas.
Fuentes de los bancos apuntan que el memorando “acabará con la situación confusa de grupos de cajas que se han quedado en una zona gris, es decir, que tienen ayudas pero no están nacionalizadas y se desconoce si las podrán vivir por sí mismas”. Esta fuente apunta al grupo murciano Banco BMN, Unicaja y la reciente fusión de la asturiana Liberbank con Ibercaja. Desde las cajas niegan que este grupo de entidades tenga un futuro incierto.
Otro de los asuntos polémicos es la quita que se aplicará a los titulares de preferentes y a los de deuda subordinada de entidades socorridas. En el caso de las preferentes, fuentes de AFI apuntan posibles pérdidas del 50% de media en la inversión. Sin embargo, el caso de la deuda subordinada es más complejo legalmente ya que los clientes tienen derecho al cobro del cupón y recuperar su inversión al vencimiento, en cinco o 10 años. Solo es en caso de quiebra, no de pérdidas, cuando pueden aplicarles quitas. Otro tema peliagudo pero que afecta a la clientela.
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