El FROB denuncia operaciones entre Aguas de Valencia y el Banco de Valencia
El exejecutivo Parra y la familia del presidente de la empresa, Calabuig, implicados
El Banco de Valencia era conocido en los ambientes financieros de la ciudad del Turia como la entidad con la que algunos hacían negocios muy rentables. Y no siempre limpios, según se deduce de la denuncia de más de 200 folios que ha presentado el Banco de España, actual responsable de la gestión de la entidad tras su hundimiento.
La reciente denuncia presentada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB), presidido por el supervisor, ante la Audiencia Nacional acusa de posibles delitos a Domingo Parra, exconsejero delegado del Banco de Valencia entre 1994 y 2011; su mujer, María José Aznar; Eugenio Calabuig y cuatro miembros de su familia.
El informe detalla operaciones cruzadas entre Aguas de Valencia, el Banco de Valencia y la inmobiliaria Costa Bellver en la que las personas citadas se beneficiaban mientras que la entidad financiera era la perjudicada. Un típico esquema en estos entramados, en este caso, del PP.
En un capítulo de la denuncia también se habla de Aurelio Izquierdo, director financiero de Bancaja (entidad que se fusionó con Caja Madrid para formar Bankia), que está considerado "mano derecha" del hasta hace poco presidente de la caja, José Luis Olivas. De Izquierdo se dice que es un potencial beneficiario. Este ejecutivo ha tenido una gran relevancia pública en los últimos días porque se conoció que podría cobrar casi 14 millones entre indemnización y pensiones al abandonar su cargo. Tras el escándalo y la intervención del Gobierno, Izquierdo admitió negociar la indemnización con Bancaja.
Para entender la trama es necesario saber que Eugenio Calabuig, presidente de Aguas de Valencia, es amigo de Domingo Parra. En 2009 vendió al Banco de Valencia una inmobiliaria llamada Costa Bellver. Hábitat, filial de Bancaja, se unió al Banco de Valencia para participar en esta operación por la que se pagó 107 millones.
La operación ya resultó entonces escandalosa porque era el año 2009, el pinchazo inmobiliario era más que evidente y, además, Costa Bellver tenía activos por valor de 10 millones, informa Ignacio Zafra. Además, Izquierdo y Parra crearon una sociedad inmobiliaria con la que, ya iniciada la crisis, lograron un beneficio millonario.
Se da la circunstancia de que Hábitat, que participó en la ruinosa operación, está incluida en el grupo del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia. El Estado ha inyectado 4.465 millones en BFA para reflotarlo.
Por otro lado, Calabuig también recibió financiación del Banco de Valencia para comprar importantes paquetes accionariales en Aguas de Valencia en unas condiciones extremadamente favorables, permitiendo al empresario consolidarse como presidente de la empresa. El banco, además, dejó a Calabuig el control de Inversiones Agval, la sociedad que crearon conjuntamente para invertir en Aguas de Valencia, mediante el sistema de darle una acción de más, cuando inicialmente cada uno tenía exactamente la mitad. La operación original para vincular Aguas de Valencia a empresarios locales fue apoyada en 2007 por el entonces expresidente de la Generalitat Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Según la denuncia del FROB, estos hechos son de tal gravedad que se ha decidido acudir directamente a la Audiencia sin pasar por la Fiscalía, como hace habitualmente. Deloitte era el auditor de Bancaja, el Banco de Valencia y de Aguas de Valencia. Las auditorías de las dos últimas empresas estaban firmadas por Miguel Monferrer.
El FROB informó de que sus administradores detectaron posibles delitos que deben ser conocidos por la Audiencia "por su naturaleza y número de posibles afectados, condición de cotizada del Banco de Valencia y repercusión en la economía nacional".
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