La inversión extranjera en España sube pese a la recaída la segunda mitad del año

Con el paro en escalada continua, el consumo por los suelos y el aumento progresivo de españoles en riesgo de pobreza o exclusión social, las empresas extranjeras apostaron igualmente por España en 2011, sobre todo el primer semestre, antes del inicio de una nueva recesión. En el global del año, las inversiones exteriores aumentaron un 18,4% al alcanzar los 28.415 millones, según datos del Ministerio de Economía. Aunque se incluyan las desinversiones en las cuentas, de 3.638 millones, el balance fue muy positivo con un incremento del 18,2%.

El porcentaje fue especialmente pronunciado durante el primer trimestre, con una subida del 238,5%, y el segundo, cuando se elevaron un 148,6%. La contracción de la economía durante los últimos seis meses trajo consigo la desconfianza: las inversiones descendieron un 20,1% en el tercer trimestre y un 46,6% en el cuarto.

La inversión en sociedades productivas, que excluye las Empresas de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVEs), aumentó hasta el 79,1%. Rafael Pampillón, profesor de economía de la IE Business School, se muestra sorprendido ante estos resultados inesperados. “Es muy llamativo que las empresas vengan a invertir a España; tiene pocas expectativas de crecimiento y el sector público no tira de la economía porque se está ajustando”, señala. Aun así, añade que no sería "extraño que hubiera chollos, es decir, empresas en malos momentos que son compradas a precios muy bajos".

Reino Unido, con un 30% del dinero invertido, lidera la lista de países que dejaron más dinero en España seguido de Francia (25,1%). Por sectores, las telecomunicaciones inalámbricas (17,9%) recibieron más flujo inversor externo, por delante del transporte aéreo de pasajeros (17,6%) y la banca (7,9%). La Comunidad de Madrid recibió más de la mitad de ese flujo.

La inversión española en el exterior sí que ha sufrido un revés durante el pasado ejercicio: descendió un 21,9%

El banco chino ICBC, el más grande del mundo, abrió su primera oficina en España en enero de 2011. Pampillón destaca la importancia de China en este ámbito. “Tiene más reservas internacionales de divisas que le permiten comprar activos en el exterior; hace dos años era la tercera economía mundial, ahora ha adelantado a Japón y puede pasar a EE UU en 2025”, dice.

La inversión española en el exterior sí que ha sufrido un revés: descendió un 21,9% al llegar a los 30.611 millones. Las desinversiones alcanzaron los 14.953 millones, un 5,7%. La tasa interanual creció en el primer semestre mientras que se redujo en el segundo. Turquía, con el 17,6%, fue el país en el que más invirtió España seguido de Polonia y Reino Unido.

La dinámica negativa de la economía hace prever un descenso de las inversiones durante este año, aunque Pampillon apunta a dos “fuerzas opuestas” que pueden provocar dos desenlaces muy diferentes: “Si los inversores se sitúan en una economía de futuro, su apuesta por España puede ir a más porque las reformas que se están haciendo son positivas para el crecimiento, pero si solo estudian la situación presente, el balance será desastroso”.