CatalunyaCaixa acelera su proceso de fusión y prevé pérdidas en 2011
La entidad suspende el pago del cupón de tres emisiones de preferentes y de dos de deuda La antigua caja asegura que tiene varias ofertas sobre la mesa para su fusión


CatalunyaCaixa, controlada por el Estado, ha admitido hoy que cerró el ejercicio 2011 con números rojos. En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad presidida por Adolf Todó ha anunciado que suspenderá el pago de los cupones trimestrales de tres emisiones de participaciones preferentes y de dos de deuda subordinada, una opción a la que puede acogerse en caso de haber cerrado el año en pérdidas. En otro comunicado, CatalunyaCaixa ha anunciado que ha acelerado los saneamientos exigidos por el Gobierno para integrarse en otra entidad "antes de verano".
En el comunicado a la CNMV, CatalunyaCaixa justifica la suspensión del pago de intereses al considerar que estos pagos están "condicionados a la existencia de beneficios distribuibles y teniendo en cuenta la razonable previsión a esta fecha de los resultados de 2011". Antes de CatalunyaCaixa, Unnim, ahora adjudicada a BBVA, ya había optado por esa solución.
Una portavoz de la entidad ha asegurado, no obstante, que todavía no se han cerrado las cuentas del ejercicio anterior y que se ha tomado esa opción por un "ejercicio de transparencia". Si hay pérdidas o no, aseguran fuentes de la entidad, dependerá de las reservas que se acaben realizando. "En el negocio financiero recurrente, sin el peso inmobiliario, CatalunyaCaixa obtiene beneficios atractivos para futuros inversores", indica la entidad en un comunicado.
En todo caso, CatalunyaCaixa (fruto de la fusión de las antiguas cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa), desvincula los resultados del acelerón que quiere dar al proceso de integración en otra entidad adelantando los saneamientos a los que está obligada. La entidad argumenta que quiere ponerse en ello cuanto antes por el gran interés que, según dice, hay en el mercado por esa operación.
Según fuentes de la antigua caja, hoy controlada en un 89,7% por el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), hay varios grupos interesados en fusionarse con ella. Esas fuentes han explicado, además, que es ahora "es el momento" de buscar pareja, puesto que después del verano ya no quedarán tantos pretendientes libres. Además, la entidad considera que su integración en otra entidad facilitaría el canje de las participaciones preferentes en las que pueden haberse quedado atrapados sus clientes.
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Sobre la firma

Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.