Juan Corominas, el banquero que hizo crecer al Sabadell

Juan Corominas Vila, presidente de honor de Banco Sabadell y de su fundación, falleció el pasado domingo en Barcelona a los 88 años. Corominas, que nació en Sabadell en 1924, era un perfecto representante de la burguesía textil vallesana, que fundó la entidad en el siglo XIX. Su bisabuelo fue el primer presidente del banco, creado en 1881 para financiar la industria local y facilitar la compra de lana y carbón en mejores condiciones que las existentes en plena febre d’or.

Cuando Juan Corominas, licenciado en Derecho y padre de seis hijos, llegó al consejo del Sabadell en 1967 la entidad apenas se había despegado de sus raíces, una entidad financiera dedicada meramente a la banca comercial. La segunda oficina apenas se había abierto en San Cugat del Vallés dos años antes y poco después llegó a Barcelona. Lo mismo sucedería cuando accedió a la presidencia en 1976, justo un año después de que la entidad abriera en Madrid su primera oficina fuera de Cataluña.

En su etapa al frente de la entidad —y de la mano del director general Joan Oliu—, llegó la primera gran expansión. Se hizo cargo de un banco con poco más de una cincuentena de oficinas y lo dejó con más de 600. También durante su mandato cambió el carácter de su negocio al ampliar el catálogo de servicios financieros más allá de la banca comercial.

Corominas era consciente del carácter colectivo de la entidad que dirigía y poco amigo de grandes aventuras de riesgo financiero. Se convenció, junto al resto de las familias accionistas del Sabadell, de la necesidad de que el crecimiento del Sabadell no dependiera solo del impulso propio del banco y de que era necesario comprar otras entidades. Así llegó en 1996 la adquisición de la filial española de la firma británica Natwest.

Corominas lideró este proceso con una mezcla de apoyo y exigencia hacia la nueva generación que llegaba a tomar el relevo, liderada por Josep Oliu, entonces director general del banco (como fue su padre) y hoy presidente de la entidad. Este empuje se mantuvo tras dejar la presidencia en 1999, como se pudo ver apenas dos años después, cuando el Sabadell salió a Bolsa o hace poco con la compra de la CAM, última adquisición de una lista compuesta por Banco Herrero, Banco Atlántico, Banco Urquijo y Banco Guipuzcoano.

Antes de llegar al consejo de la entidad, el abogado Corominas se había encargado de negociar con el Gobierno de Franco las indemnizaciones a cobrar por las lluvias y el desbordamiento de los ríos Llobregat y el Besòs que provocaron una gran cantidad de muertos en Sabadell en 1962. Las compensaciones permitieron la reconstrucción de la industria local, muy afectada por la catástrofe.

La actividad empresarial de Corominas en su ciudad no se limitó a su papel de banquero y la industria familiar. También fue secretario y fundador de la Mutua de Seguros de Sabadell y el presidente de la Cámara de Comercio de Sabadell entre 1964 y 1968.