Enagás elevará un 8% el dividendo y espera un nuevo plan energético estatal

Aunque arrecia la tormenta, todavía hay negocios estables. Enagás registró un beneficio neto de 364,6 millones de euros en 2011, un 9,3% más que en 2011. La compañía tiene previsto invertir 550 millones este año, que será “complicado” según aseguró su presidente, Antonio Llardén, en una conferencia con analistas. Con esa cantidad, la inversión media de la compañía entre 2010 y 2012 se situará en 710 millones.

Para este año, Enagás tiene previsto obtener un “crecimiento plano” del beneficio y mantener las ganancias en torno a los 365 millones, lo que supera lo previsto en el plan estratégico del gestor del sistema gasista. El grupo prevé elevar un 8% el dividendo correspondiente al ejercicio 2012 y dedicar 255 millones a retribuir al accionista, lo que supone un incremento del 22% con respecto al pronóstico inicial del plan estratégico.

Según Llardén, Enagás considera “previsible” que el Gobierno apruebe un nuevo Plan Energético para el periodo 2012-2020 que defina las líneas de desarrollo del sector. Tras conocer el contenido del plan, Enagás actualizará su plan estratégico para diseñar sus previsiones a partir de 2015, indicó Llardén. “Por lo que he visto, me da la impresión de que podemos esperar la publicación definitiva en el segundo semestre” de 2012, afirmó. El presidente de Enagás aseguró que el Ministerio de Industria “está empezando a tomar medidas concretas” en el sector energético, entre ellas la relativa a la central de Garoña, la ubicación del almacén de residuos nucleares y la “moratoria a las nuevas instalaciones renovables”. “Todo apunta”, concluyó, “a que el plan energético va a ser el eslabón final de un conjunto de medidas”.

Enagás, puntualizó también Llardén, no tiene “noticias” acerca de una posible modificación del marco regulatorio del sector gasista, cuyo déficit, a diferencia del eléctrico, es “coyuntural y no estructural”. Por otro lado, Llardén aseguró que, en sus contactos con Industria, no ha tenido “la más mínima señal” ni “indicación” acerca de la posibilidad de que el Gobierno se esté planteando, como ya hizo el Ejecutivo italiano, la imposición de una tasa —la llamada tasa Robin Hood— a grandes compañías del sector. “En Italia, la Robin Hood tax se aplicó en parte con la justificación de que las empresas afectadas formaban parte del ámbito público, y ese no es el caso de Enagás”, afirmó el presidente del gestor técnico del sistema gasista. Llardén también adelantó que Enagás prevé que la demanda de gas aumente un 1,4% en 2012.