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El Tesoro aprovecha la alta demanda y los tipos bajos para cerrar un enero de récord

El Banco de España quiere hacer caja ante un eventual recrudecimiento de la crisis

Álvaro Romero

El Tesoro español prorrogó ayer en una subasta de letras la racha positiva que acumula desde que, en diciembre, el Banco Central Europeo (BCE) inundase de dinero barato a la banca. Esta abundancia de liquidez, cuya principal consecuencia hasta la fecha ha sido la de reavivar la demanda por la deuda de los periféricos del euro, ha sido bien aprovechada por el organismo dependiente de Economía. De hecho, desde que empezó la crisis fiscal en el arranque de 2010, no se había exigido tanto al mercado como en este mes, en el que se han colocado 23.980 millones, el 12% de las emisiones brutas previstas para todo el año, según fuentes del mercado. Con ello, además, cubre los vencimientos hasta febrero.

Ayer, en la última subasta de enero, el Tesoro volvió a vender el máximo previsto con 2.506 millones a tres y seis meses. La demanda multiplicó por cinco la oferta con 13.600 millones, lo que permitió un descenso en las rentabilidades hasta su nivel más bajo desde marzo con un tipo marginal (el último antes de cerrar la operación) del 1,330% y del 1,900%. En diciembre, tuvo que comprometer un 1,880% y un 2,530% por estos mismos títulos.

Para encontrar un volumen mensual de emisiones superior al de este enero hay que retroceder a febrero de 2009, cuando el anterior Gobierno acudía al mercado para financiar el Plan E de estímulo a una economía que, pese a ello, acabaría entrando en una severa recesión. En esta ocasión, aunque la economía española vuelve a estar en contracción, según avanzó ayer el Banco de España, el objetivo es distinto: hacer caja con vistas a un eventual recrudecimiento de la crisis en los próximos meses.

El origen del mayor apetito de los inversores por la deuda española, especialmente por la que tiene un plazo de vencimiento más corto, está en las medidas de liquidez extraordinarias del BCE a la banca, según recuerdan los analistas. "Las entidades se financian al 1% -en el instituto emisor- y con este dinero compran un activo -letras- que rentan un 1,3%" y sin apenas penalización de capital, explica Miguel Arregui, de AFI. De ahí que no haya tenido impacto en las subastas el tijeretazo de S&P a la nota de solvencia española o el mal dato de déficit de 2011, que se ha desviado dos puntos sobre el 6% esperado.

La subasta, sin embargo, no afectó a los mercados. El Ibex 35 se dejó un 0,33%, en línea con el resto de Europa, por las dudas sobre la quita de Grecia. En los mercados secundarios de deuda, el sobreprecio exigido a los bonos españoles a 10 años frente a los alemanes, la conocida como prima de riesgo, apenas se movió de los 345 puntos básicos.

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Sobre la firma

Álvaro Romero
Redactor del equipo de Redes Sociales y Desarrollo de Audiencias en EL PAÍS. Es licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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