España e Italia colocan deuda a tipos más bajos gracias al BCE
El Tesoro español adjudica 10.000 millones por la lluvia de liquidez a la banca Italia adjudica 12.000 millones con una fuerte rebaja
El Banco Central Europeo (BCE) está logrando abaratar la financiación de la deuda pública por una vía mucho menos controvertida para la ortodoxia europea que la compra directa de bonos soberanos que realizan países como EE UU o Reino Unido. La inyección de liquidez que proporcionó la autoridad monetaria a finales de diciembre se tradujo ayer en dos buenas subastas, tanto en España como en Italia, que permitieron colocar 10.000 millones de euros en el caso español -el doble de lo proyectado y a un interés muy inferior al de la anterior subasta- y 12.000 millones en Italia, justo lo previsto pero con una rentabilidad que representa menos de la mitad de la exigida en la última ocasión.
El año arranca así con mejores perspectivas para uno de los grandes problemas que arrastran los países más débiles de la zona euro: las dificultades de financiación de su deuda. El Tesoro español adjudicó 10.000 millones en bonos a tres y cuatro años, a tipos marginales del 3,58% para los que vencen en julio de 2015, al 3,88% para los pagaderos en abril de 2016 y al 3,95% para los que expiran en octubre de 2016. Y lo hizo en un escenario de fuerte apetito de los inversores, que habían demandado casi el doble de lo adjudicado (18.701 millones).
Con la colocación de ayer, el Tesoro cubre el 11,8% de las emisiones brutas a medio y largo plazo previstas para todo el año.
"La situación de los bancos que piden dinero prestado al BCE [a un interés del 1%] y luego lo invierten en bonos soberanos [a tipos muy superiores] continuará siendo un apoyo para la deuda española e italiana", asegura a la agencia Bloomberg Alessandro Giansanti, estratega en ING Group en Ámsterdam. Los expertos creen que esa situación se prolongará al menos hasta febrero, pues el BCE tiene prevista otra subasta ilimitada de liquidez a la banca el día 28, en la que además las exigencias sobre garantías serán menores. Tanto las Bolsas como las primas de riesgo española e italiana -el sobreprecio exigido a estos bonos respecto de los alemanes, de referencia- acogieron bien el resultado de las subastas.
El rastro de la decisión de la autoridad monetaria en el éxito de estas operaciones es innegable. Desde que el organismo inundó de liquidez el sistema con medio billón de euros a finales de diciembre, el resultado de las subastas de deuda pública en España y en Italia ha sido muy favorable. En principio, la autoridad monetaria activó esa medida para paliar las necesidades de liquidez de la banca y permitir que el crédito se trasladase a la economía real. A falta de ver si esos flujos llegan a empresas y familias, el efecto más inmediato se está produciendo en el ámbito de la deuda pública. Los bancos rentabilizan esas cantidades que obtienen del BCE a muy buenos precios recurriendo a productos de bajo riesgo, como son los bonos soberanos.
"Los inversores están valorando que hemos evitado el peligro mayor, el colapso de la banca, pero 2012 va a ser todavía un año muy complicado", advierte José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, que recela de las recetas de austeridad impuestas en toda Europa. Este experto pide prudencia y subraya que las subastas de liquidez del BCE son "necesarias, pero no suficientes" para atajar los problemas que asedian a la eurozona.
La cercanía entre la subasta celebrada ayer en España y los anuncios de drásticos planes de ajuste realizados por el Gobierno de Mariano Rajoy -subidas de impuestos, recorte del gasto...- invitan a estimar el efecto de esas medidas en la mejor disposición de los inversores hacia la deuda española. La de ayer fue la subasta de arranque del año y también la primera desde que Rajoy asumió de hecho el poder. Pero ya el 15 de diciembre, con el Gobierno aún por constituir, la financiación de la deuda pública resultó mucho más laxa que en momentos anteriores. La inflexión se registró a partir del 8 de diciembre, cuando el BCE anunció liquidez ilimitada para la banca a un plazo de tres años, un plazo muy superior a los 13 meses que ofrecía hasta entonces. La mejora se notó incluso de modo mucho más brusco que ayer en la subasta de letras a tres y seis meses del 20 de diciembre, que se liquidaba justo después del préstamo del BCE. Aunque el Tesoro no quiso colocar tanto, la demanda fue entonces de 18.400 millones, muy similar a la de ayer, y la rebaja de rentabilidad fue muy superior, de unos tres puntos.
La gran rebaja en la rentabilidad exigida por los inversores se registra en los títulos de deuda cuyo plazo de maduración es inferior o ligeramente superior a los tres años a los que presta el BCE.
Otra pista para concluir que se trata de una consecuencia de la política del BCE reside en lo ocurrido en Italia. Este país, al que los inversores atribuyen un riesgo mayor incluso que a España, logró ayer colocar sus letras a un año al 2,73%, frente al 5,95% de la anterior subasta. Es el interés más bajo en estos títulos de deuda desde el mes de junio.
En la mejora de la financiación, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, observa también un efecto del cambio de discurso en Europa. "Empiezan a surgir indicios, en las declaraciones de Merkel, de Sarkozy o de Barroso, de que se está mirando también el crecimiento, y no solo la austeridad, como elemento clave para la recuperación", asegura. No obstante, este analista subraya que, en el caso español, hay que tener en cuenta también el efecto que causan en los mercados las medidas que ha anunciado ya Rajoy. "Lo que estamos escuchando en España suena muy bien a los mercados", asegura.
La reacción más exultante a las subastas de ayer se registró en la Bolsa italiana, que subió un 2,1%. La prima de riesgo también saludó el resultado, con una bajada de los 517 puntos básicos del día anterior a 480. También la prima española descendió (de 351 a 329 puntos), aunque en la Bolsa el resultado fue más tibio. A pesar del alza del 1% que produjo tras la subasta, el Ibex 35 acabó cerrando en el mismo nivel que en la jornada anterior.
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