El mercado de suelo cae en picado

Es raro encontrar una reunión de profesionales del ladrillo que no acabe con una alusión al mercado del suelo como el mayor problema que arrastran tanto las empresas promotoras como las entidades financieras que han ido acumulando ingentes masas de terrenos. Los datos publicados ayer por el Ministerio de Fomento confirman el diagnóstico de los más pesimistas: nunca en los últimos ocho años se habían acordado tan pocas transacciones de suelo urbano ni se habían cerrado a un precio tan bajo.

Las cifras del tercer trimestre hablan por sí solas: entre julio y agosto se cerraron tan solo 3.546 compraventas cuando en los años más activos se superaban las 20.000. Al comparar las transacciones actuales con las de 2004, el desplome supera el 80%. Menos operaciones y a un precio mucho menor. El metro cuadrado cuesta una media de 170 euros, un 11% menos que hace un año. Pero el descenso es más agudo respecto a los 285 euros que llegó a costar el metro cuadrado en 2007. Los precios más altos se pagan en Madrid, donde el metro cuadrado está a casi 500 euros, seguidos por los de Cáceres y Guipúzcoa. Si a la estadística de suelo se le unen las cifras recientes sobre precios y compraventa de viviendas parece claro que 2011 se recordará como el peor año para el sector inmobiliario desde que comenzó esta crisis que dura ya cuatro años.

Pero la realidad puede ser aún peor de lo que muestran los números. "Estos datos suenan a pitorreo, porque el mercado del suelo ha desaparecido. Prácticamente no hay transacciones entre inversores reales. El suelo ha pasado a tener un valor de mercado cero o incluso negativo", asegura Mikel Echavarren, consejero delegado de la consultora Irea. Echavarren calcula que más del 95% de las operaciones que se cierran estos días corresponden "a daciones en pago a la banca; o promotoras que se están muriendo que ceden los terrenos a otros promotores forzadas por la banca acreedora".

La paralización de este mercado agudiza los problemas de las entidades financieras que se han quedado con carteras de suelo de los que no podían hacer frente a sus deudas. Y es que, según confesaron al Banco de España las propias entidades a principios de este año, acumulan suelo en sus balances por un valor inicial de 30.000 millones de euros. De esa cifra, la banca ha provisionado unos 10.000 millones.

Otro récord -negativo- de la estadística presentada ayer por el Ministerio de Fomento es el de superficie transmitida en el tercer trimestre. Los poco más de cinco millones de metros cuadrados de suelo vendidos suponen el mínimo de los últimos ocho años. Y el valor al que se cerraron estas operaciones, un total de 683 millones de euros, representa un 18% menos que en el mismo periodo del año anterior. En los años de vacas gordas, este mercado llegó a mover 4.600 millones de euros.