Oriente estrena casa
El nuevo comprador chino se decanta por los pisos en manos de la banca
Guandi Song y su esposa, Aichai Hu, echan el cierre de su negocio el tiempo imprescindible para firmar la escritura de compraventa de su nueva vivienda. La cita es a las nueve de la mañana en una notaría situada en la localidad madrileña de Parla. Antes de mediodía, Guandi volvía al polígono industrial de Cobo Calleja (Fuenlabrada), en el que trabaja de mozo de almacén, y Aichai se colocaba de nuevo tras el mostrador de su tienda de alimentación y chucherías.
No hay tiempo para celebrar la compra de su primera vivienda en España, un cuarto sin ascensor para reformar, de 75 metros cuadrados y tres habitaciones, en Parla, que han comprado a Bankia por 68.630 euros. Les queda una cuota hipotecaria de 283 euros al mes. Han conseguido financiar 61.767 euros, es decir, el 90% del valor de tasación de la vivienda.
Piden hipotecas por el 80% y el 90% del valor de tasación de la vivienda. Un endeudamiento alto que sorprende teniendo en cuenta que la compra de locales y negocios se paga en metálico, casi siempre con préstamos económicos de sus compatriotas. Los pisos no. "El negocio es su modo de vida. Primero invierten en él y luego en la vivienda", explica Sonia Fernández, directora de comunicación de InfoChina Gestión (www.vendeyatucasa.com), empresa especializada en la venta de inmuebles españoles en China.
Adictos al trabajo, buenos pagadores y ahora, buenos compradores de vivienda. Los orientales parecen sortear la crisis que golpea al español medio. La comunidad china está reflotando negocios en locales que el español cierra. Primero los restaurantes, más tarde las tiendas de todo a un euro y las de alimentación, luego los típicos bares de barrio, tiendas de ropa, peluquerías...Y ahora las viviendas.
Un cliente que no hay que perder de vista -sobre todo los propietarios con viviendas usadas y baratas que sueñen con venderlas de una vez por todas-, ya que en España residen más de 166.000 ciudadanos de origen chino, la mayoría llegados de la provincia de Zhejiang, según el INE. En la Comunidad de Madrid hay 46.42 empadronados, el 4,37% de la población extranjera.
Las compras de viviendas por parte de este colectivo crecieron el pasado año entre un 30% y un 40% en el área que va desde el distrito Centro de Madrid, sobre todo Lavapiés, al cordón sur de la capital (Usera, Villaverde, Vallecas...) y de la región (Fuenlabrada, Leganés, Getafe...), explica Diego Vázquez, gerente de Mr. House Inmobiliarios (www.mrhouseinmobiliarios.com), firma en la que el 50% de los clientes es chino. El polígono industrial Cobo Calleja, en el municipio de Fuenlabrada, es uno de los polos de concentración de empresarios y trabajadores orientales más activos en la región. Y, por ende, las localidades más próximas son las más demandadas.
El boom de compradores de origen chino en Madrid hay que buscarlo en la bajada acusada de precios, sobre todo en algunas viviendas de segunda mano. Pero también en la llegada al mercado inmobiliario del obrero que desde que puso un pie en Madrid ha trabajado sin descanso, ha conseguido montar un negocio modesto pero propio, ha vivido de forma espartana en una habitación por unos 200 euros al mes, y tras unos años de trabajo ímprobo tiene unos ahorros (en torno al 20% del precio de la vivienda) y cierta estabilidad laboral.
Este comprador busca pisos con un precio medio de entre 60.000 y 110.000 euros. La hipoteca media se mueve en la banda de los 70.000 euros. "Compran directamente a los bancos por precio y por las facilidades de financiación", dicen en la agencia Mr. House. Los pisos suelen tener una antigüedad media superior al cuarto de siglo, entre 60 y 90 metros cuadrados y un mínimo de tres habitaciones. "Raras veces compran inmuebles de dos dormitorios", indica Vázquez.
El porqué es evidente. Los pisos son otra forma de obtener unos ahorros extraordinarios para la comunidad china. Pagan una cuota hipotecaria de 200 o 300 euros mensuales y alquilan dos habitaciones a unos 200 euros cada una.
Una ayuda para seguir ahorrando. Hay que tener en cuenta los bajos márgenes de beneficio que dan sus negocios cuando exigen poca especialización. Se mueven entre los 600 y 800 euros mensuales. Buscan pisos con luz natural, orientación Norte y es prioritaria la numeración de la vivienda. "Se nos han caído ventas por el número de la calle", indica Vázquez. "No quieren saber nada de los números 4, 13 y 250, por ejemplo", prosigue. Y deciden con rapidez. Visitan de dos a tres pisos y si por la mañana se deciden, por la tarde reservan.
Los chalés, en cambio, son el punto de mira de los empresarios orientales con varios negocios y empleados a su cargo. Suelen comprar unifamiliares nuevos de entre 300.000 y 450.000 euros en nuevos barrios de Leganés, Fuenlabrada, Valdemoro o Parla. En definitiva, "todo lo que esté a unos 20 kilómetros de Cobo Calleja", dice Diego Vázquez. Y, aunque tienen alto poder adquisitivo, también financian el 80% del valor de la vivienda. "En Leguario (Parla) el 60% de los vecinos es de origen chino y lleva a sus hijos a colegios privados que cuestan 700 euros al mes", señalan en Mr. House.
Esta agencia vende la friolera de 10 viviendas al mes a clientes de origen chino. "El español medio tiene una capacidad de endeudamiento cero", explican. No hay semana que no se vea tras el cristal de la oficina situada en Parla a algún oriental buscando vivienda. El boca a boca ha popularizado esta pequeña agencia, entre otras cosas porque muchos firman las escrituras de compraventa y de hipoteca sin hablar absolutamente nada de español. "Aquí tenemos dos empleados de origen chino y además siempre pedimos a los clientes que vengan acompañados de algún abogado o gestor", dicen. También les ayudamos con el alta de la luz, del gas y otros servicios.
Otro cliente radicalmente diferente es el expatriado que viene a trabajar a España y al que la compañía busca casa. "En este caso, la empresa opta por comprar los inmuebles en lugar de alquilarlos. Buscan pisos de tres y cuatro dormitorios en torno al barrio de Salamanca, negocian los precios y pagan entre 450.000 y 600.000 euros", según Adriana Verdún, asesora inmobiliaria de Look & Find Castellana.
Comprar casa a más de 10.000 kilómetros
Desde China y sin cruzar el charco se cierran compraventas en España. "En el gigante mercado chino existen hasta 300 millones de inversores potenciales", señalan en InfoChina Gestión. Ahora que la segunda economía del mundo padece las consecuencias de la burbuja inmobiliaria, sus inversores miran hacia otros mercados. InfoChina Gestión impulsa el mercado inmobiliario español en China a través de www.zhongxidichan.com, el único en idioma chino mandarín con producto exclusivamente español, que ya se localiza a través de Baidu, el buscador más usado en China. "Nos dirigimos al inversor de la comunidad china con alto poder adquisitivo que vive en las ciudades más pujantes, como Shanghái, Pekín, Guangzhou, Shenzen, Hong Kong, Hangzhou, Tianjín y Nankín. A inversores que, por las medidas gubernamentales antiespeculación, no pueden o no quieren comprar en su país", explica Sonia Fernández, directora de comunicación de InfoChina Gestión, en cuyo portal español (www.vendeyatucasa.com) los promotores y particulares pueden publicar sus ofertas, que inmediatamente se trasladan al portal chino.
"Si en España hay exceso de ofertay en China hay excedentes de capital, ¿por qué no vender en el mercado chino?", se pregunta Fernández. El pequeño inversor compra inmuebles desde 80.000 euros para alquilarlos y obtener rentabilidades que superan el 5%. El institucional se decanta por edificios de varios millones de euros. Sin embargo, queda un largo camino para vender España como destino de inversión. Los orientales prefieren colocar su liquidez en EE UU, Canadá o Australia debido a sus políticas de inmigración y a sus bajos precios.
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