La deuda y la Bolsa española empeoran ante la falta de nuevas medidas
La prima de riesgo supera los 380 puntos básicos. -La banca ahonda sus caídas y arrastra a la Bolsa a su primer batacazo del año con un desplome del 2,9%
El cambio de año ha traído un nuevo Gobierno para España y otro paquete de medidas de ajuste, pero los malos augurios sobre la economía española y las dudas sobre la eurozona no solo persisten, sino que ganan nuevos argumentos, y esta semana han acabado con la relativa mejora que habían experimentado los mercados a finales de año.
La deuda española ha prorrogado hoy su deterioro y el sobreprecio exigido a sus bonos a 10 años frente a los alemanes, la prima de riesgo, ha superado los 380 puntos por primera vez desde mediados de diciembre. La Bolsa española y la prima de riesgo han empeorado notablemente durante la intervención de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría para explicar las medidas tomadas por el Consejo de Ministros y sus retrocesos apenas se han moderado hasta el final de la jornada.
La desconfianza lleva a un nuevo récord de depósitos en el BCE
Las tensiones con Irán sitúan el precio del petróleo en 113 dólares
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, había anunciado que el Gobierno tomaría nuevas medidas para reducir el déficit, pero al final apenas ha habido ningún anuncio de calado. El plan de lucha contra el fraude sigue las líneas del que estaba en vigor, el plan de reducción de empresas públicas también sigue los objetivos ya marcados y no ha habido otras novedades. La cifra de déficit de la Seguridad Social está en línea con la prevista desde hace meses y no ha facilitado datos sobre las comunidades autónomas ni la Administración central. Además, tampoco se ha dicho nada sobre la reforma del sector financiero, más allá de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha pedido un informe al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sobre si considera adecuadas las retribuciones de las cajas que han recibido ayudas públicas.
Pese a los augurios del PP de que la mera llegada al poder de Mariano Rajoy y la salida de José Luis Rodríguez Zapatero aliviaría la presión contra la deuda española, la realidad está siendo la contraria. El nuevo presidente recibió la prima de riesgo en los 315 puntos básicos cuando fue investido a mediodía del 20 de diciembre. Al día siguiente, durante el juramento del cargo llegó a bajar a 305 pero, desde entonces, ha mantenido una tendencia alcista que ha cogida fuerza en las últimas jornadas. Hoy, ha subido en hasta 31 puntos básicos hasta los 381, aunque luego se ha estabilizado sobre los 375. La prima de riesgo de Italia, por su parte, ha avanzado hasta en 22 puntos básicos, aunque al final de la tarde frenaba su repunte a los 518, unos 17 más.
Los inversores han estrenado 2012 con la confirmación de que el déficit fiscal de España rondará el 8%, frente al 6% prometido, el anuncio de los recortes encaminados a corregirlo y, como guinda, el susto valenciano: el Estado sale por primera vez al rescate de una comunidad autónoma que no podía hacer frente al vencimiento de un pago. La banca europea sigue hecha un manojo de nervios, sin prestarse dinero entre sí, y el Ministerio de Economía, Luis de Guindos, puso ayer negro sobre blanco que el sector español necesita provisionar unos 50.000 millones (algo más del 4% del producto interior bruto) para ajustar el precio de sus activos inmobiliarios al de mercado. En las materias primas, por si todo esto no fuera suficiente para agitar las recientes dudas presentes en los mercados, las tensiones con Irán han alborotado el precio del petróleo, que ya está en 113 dólares por barril y ha llegado a superar esta mañana los 114.
Los inversores han estado pendientes esta mañana de la primera subasta de deuda de Francia del año. El resultado de la emisión era esperado para evaluar la fortaleza de la confianza de los mercados en la segunda economía del euro, amenazada por las agencias de calificación y en riesgo de perder su triple A. Al final, ha logrado cubrir el expediente al colocar prácticamente toda la deuda prevista con algo menos de 8.000 millones en bonos a medio y largo plazo. Para ello, sin embargo, se ha visto obligado a elevar los intereses ligeramente. Y, lo que ha añadido más leña al fuego de las dudas, ha visto como la demanda se reducía desde la ratio de cobertura de 3 veces más títulos solicitados que los finalmente vendidos de diciembre a 1,6 veces.
En las divisas, el euro se ha visto lastrado por las renovadas dudas sobre la eurozona y ha tocado los 1,27 dólares por primera vez en 16 meses. Con respecto a la libra esterlina ha marcado su mínimo en 15 meses. Frente al yen japonés también ha seguido perdiendo posiciones hasta llegar a tocar niveles desconocidos desde 2000 (98,58 yenes), aunque tras marcar este mínimo ha logrado recuperarse minutos después. Mientras, en las Bolsas europeas, el español Ibex 35 volvía a situarse al frente de los números rojos del resto con un batacazo del 2%, lo que le ha hecho perder los 8.500 puntos. Solo el buen dato de empleo privado en EE UU ha conseguido poner freno momentáneamente a las pérdidas.
En cualquier caso, en el último tramo del día han regresado los fuertes desplomes. Tanto que, con la de hoy, el Ibex ha cerrado su primer batacazo del año con un recorte del 2,94%. Huelga decir que la caída más dura de lo poco que va de año. El farolillo rojo de la sesión ha vuelto a ser Milán, con un descenso del 3,65% por el lastre de Unicredit, que por segundo día consecutivo cae más de dos dígitos (17%). En el resto, Fráncfort ha perdido un 0,26%, París un 1,53% y Londres un 0,78%.
La incertidumbre, la desconfianza, en resumen, sigue regulando el mercado. La vara de medir la credibilidad de España como pagador de las deudas, que es el diferencial de interés que se exige a los bonos a 10 años respecto a los alemanes, considerados la referencia, subió ayer 12 puntos básicos, hasta los 350, y situó en el 5,3% el interés que se paga por los bonos a 10 años. La prima de riesgo vivió sus peores horas el pasado 22 de noviembre, cuando tocó los 468 puntos básicos (es decir, la deuda española pagaba un sobreprecio de 4,6 puntos porcentuales). Pero diciembre, con las compras masivas de Banco Central Europeo (BCE) y la barra libre para la banca, fue más que una tregua y la prima acabó el año en 325, más de 100 puntos por debajo de aquella cima.
Ayer los inversores replegaron velas y decidieron recoger beneficios. "Hay mucha expectación sobre la reforma financiera, también sobre las reuniones en Europa y del G-20, y se ha conocido la desviación de déficit... Sigue habiendo en definitiva una gran incertidumbre", apunta José Luis Martínez Campuzano, analista de Citi.
"El caso de Valencia ha podido influir, pero no es el principal motivo de las caídas de ayer, sino el hecho de que sigue la crisis de deuda, y por eso se produce una corrección de alivio de las tensiones de diciembre", apunta Matías Lamas, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Además, en el caso español, "los mercados reaccionan en un primer momento al impacto que los nuevos ajustes van a tener en la economía, aunque vayan dirigidos a reducir el déficit".
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